ADN Digital
Artículos relacionados
En lo que va de este 2016, los atentados terroristas no han parado y Europa es uno de los blancos principales del terrorismo, especialmente, aquellos vinculados con el autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Los europeos aprendieron a vivir con el miedo y a evitar lugares concurridos donde sean un blanco fácil de ataques terroristas.
BERLÍN.- En el 2015 el saldo mortal por los ataques terroristas se incrementó con más de 500 muertes en el mundo, lo que representa un 80 por ciento más de víctimas por esta causa. Así lo indicó el Índice de paz global (IPG) publicado por el centro internacional de estudios Instituto para la Economía y la Paz.
Pero sin duda alguna, los ataques terroristas -sobre todo del ISIS- se han centrado en los países que conforman el continente europeo. Londres, París, Berlín y Bruselas han sido los objetivos principales del terrorismo yihadista en los últimos años y que se han vuelto más sanguinarios.
El pasado martes dos hombre ingresaron a la iglesia Saint Etienne du Rouvray, la capital de la región francesa de Normandía, donde retuvieron por cerca de una hora a un sacerdote, dos monjas y dos fieles que participaban de la misa matutina. Los dos atacantes, armados con sendos cuchillos, obligaron al cura Jaques Hamel, de 86 años, a arrodillarse, para luego degollarlo frente a los presentes y grabar la escena. Otro rehén quedó gravemente herido. La policía los abatió, poco después, pero antes de morir, ambos hombres gritaron proclamas del ISIS y una frase que cada vez provoca más temor en Europa: “Alá es grande”.
Este suceso es el último de una serie de atentados terroristas que han sacudido a Europa en las últimas semanas, provocando pánico y psicosis colectiva entre la población. “A la vista de esta amenaza, que nunca ha sido mayor en Francia y en Europa, el gobierno está absolutamente determinado a derrotar al terrorismo”, aseguró el Presidente François Hollande.
Este ataque ocurre apenas 12 días después de la masacre en la ciudad turística de Niza, que durante el Día Nacional de Francia, el 14 de julio, dejó 84 personas muertas.
Francia, país que lidera la coalición internacional contra el Estado Islámico, ha sido especialmente golpeada por el yihadismo.
Los milicianos del Estado Islámico o “lobos solitarios” que han respondido al llamado del grupo a matar franceses, han golpeado en objetivos bien distintos en el país. En enero de 2015 lo hicieron en la redacción del semanario Charlie Hebdo en París y en forma casi simultánea en un supermercado kosher. Ambos ataques dejaron 17 muertos. Y en noviembre, ataques coordinados en la sala Bataclán, en bares y cafés aledaños y en el Estadio de Francia -aunque este caso en forma fallida- dejaron 130 muertos.
En los últimos días, Alemania ha tenido también incidentes trágicos relacionados con extremistas islámicos. El más reciente ocurrió el lunes, cuando un refugiado sirio de 27 años, ligado al ISIS, hizo explotar una bomba artesanal afuera de un festival musical en la ciudad bávara de Ansbach.
A su vez, el 18 de julio un solicitante de asilo de 17 años de nacionalidad afgana atacó a los pasajeros de un tren en Baviera con un hacha y un cuchillo, dejando cinco heridos.
Bruselas también fue escenario del terror en marzo, cuando dos ataques terroristas en el aeropuerto y la red de metro dejaron 35 muertos. La ciudad quedó absolutamente paralizada con el cierre de las líneas de metro, centros comerciales y museos. El nivel de alerta terrorista fue elevado al máximo por riesgo de atentados “inminentes”. Lo mismo en Francia, cuyo gobierno prorrogó el estado de emergencia, el que se extenderá al menos hasta enero de 2017.
