ADN Digital
Artículos relacionados
HERNANDARIAS.- Los feligreses de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, Área 6, de Hernandarias llevan realizando treinta días de vigilia permanente pidiendo al Obispo de la localidad que revea sus decisiones sobre el sacerdote expulsado y una comunidad que hace 10 años sirve en esa Parroquia.
Monseñor Guillermo Steckling, obispo de Alto Paraná, realizó cambios en la mencionada parroquia que molestaron a la feligresía ya que, según denuncian, expulsó al sacerdote Jorge Miguel Martínez, quien se desempeñaba como párroco, dándole un plazo de 48 hs para que abandone la Parroquia.
Además, a la Comunidad Misionera de Jesús (CMJ), que atendía la Parroquia hace 10 años, le pidieron que se apartara de la asistencia parroquial dejando el cuidado al Administrador Parroquial, Padre Walter Collar, nombrado por Steckling.
Desde hace un mes atrás, los fieles realizan vigilia de oración y manifestaciones pidiendo al Obispo que revea sus decisiones ya que, según afirman, es una clara persecución a la persona del sacerdote Martínez y a la comunidad CMJ.
Tanto el clérigo como la CMJ realizaron varias grandes actividades en la ciudad de Hernandarias, como las Ollas populares que fueron impulsadas por este sacerdote y sirvieron para ayudar a tantas familias carenciadas que quedaron sin trabajo cuando comenzaba la cuarentena; además, son organizadores del Gran Vía Crucis que reunía a cientos de católicos que vivían su fe en esas fechas santas; también asisten a la comunidad hernandariense de manera espiritual y corporal llevando víveres a lugares más necesitados.
CARAVANA
El día de ayer, los feligreses y amigos de la CMJ realizaron una caravana desde la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús hasta el Obispado de Ciudad del Este exigiendo a Mons. Steckling el cese de la persecución a la CMJ y al sacerdote Martínez.
“Hace 28 días que los feligreses estamos en vigilia, hasta ahora no tuvimos noticias respecto a nuestra parroquia. Acá se manchó el nombre de un sacerdote muy querido en la comunidad. Esto no va a parar, hasta que se haga justicia y si es necesario recurrir al Vaticano, lo haremos”, afirmó uno de los manifestantes a un medio nacional.
La caravana, que comenzó en Hernandarias y culminó en el Obispado de Ciudad del Este, reunión a muchas personas que dieron su apoyo asistiendo con sus vehículos, en donde realizaron bocinazos y luego cada familia dejó un rosario colgado en el portón principal del Obispado.
