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PARÍS. Mientras Wuhan revisa a la alza sus muertos por Coronavirus, China recibe una alud de críticas por su gestión de la crisis. Después de Londres y Washington, París se suma al pedido de explicaciones y en una entrevista al diario británico Financial Times, el presidente francés Emmanuel Macron asegura que en China “ocurrieron cosas que no sabemos”.
Las autoridades de Wuhan, donde se inició la epimedia de coronavirus, informaron ayer que hubo 1.300 muertos más por Covid-19, lo que eleva el número total de fallecidos en China a 4.632, muy por debajo aun de los muertos en Francia, que superan los 17.000 o los de Estados Unidos, con más de 30.000.
Muchas voces ponen en duda la versión oficial china, vistas las cifras mucho más elevadas en Europa o en Estados Unidos. Incluso el presidente francés. En el Financial Times, Macron dice que hay muchas “zonas oscuras en la gestión de la epidemia” por parte de China y asegura que “hay cosas que ocurrieron y que no sabemos”.
La relación entre China y Francia se ha deteriorado en los últimos días. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean Yves Le Drian, convocó incluso al embajador chino en París que había publicado un texto en el que acusaba al gobierno francés de haber abandonado a las personas mayores en las residencias, dejándolos a la merced del coronavirus.
Francia se suma así al descontento y la desconfianza que ya habían mostrado Estados Unidos y Reino Unido. Londres advirtió este jueves a China que deberá responder a cuestiones difíciles: como por ejemplo, por qué no paró la expansión del virus más temprano. Estados Unidos le acusa de haber disimulado la gravedad de la epidemia por lo que congeló los fondos a la Organización Mundial de la Salud a la que acusa de minimizar el virus alineándose con los chinos.
Rusia ha salido en defensa de su vecino, afirmando que en este contexto de lucha mundial contra la pandemia, las críticas contra Pekín son contraproducentes.
LA PISTA DEL LABORATORIO CHINO
Y mientras China se convierte en el blanco de las críticas a nivel mundial por su gestión de la epidemia, la prensa estadounidense ha abierto otra pista para explicar el origen de la expansión del Covid-19. Hasta ahora, la versión oficial es que paso del hombre al murciélago, o tal vez a través de otro animal, en el mercado al aire de libre de Wuhan, China.
Sin embargo, el Washington Post publica que hace dos años, la Embajada de Estados Unidos en Pekín alertó al gobierno estadounidense de la falta de seguridad en un laboratorio local que estudiaba el coronavirus en los murciélagos.
Esto es, la hipótesis es que el Covid-19 no es un patógeno creado por los chinos, sino que su expansión fue involuntaria debido a la mala aplicación de protocolos de seguridad. Unas acusaciones que Pekín rechaza.
Fuente: Radio Francia Internacional
