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Friedmann y González Daher, sí son colegas

Por: Cirilo Ibarra Enciso. Periodista de ADN en Mariano Roque Alonso
Por: Cirilo Ibarra Enciso. Periodista de ADN en Mariano Roque Alonso

Rodolfo Friedmann, quien detenta, usurpa una banca en la Cámara de Senadores, se refirió a Óscar González Daher como colega. Fue cuando firmó la nota de pedido para la convocatoria a una sesión extraordinaria, en la que se pueda estudiar la vigencia de la pérdida de investidura de González Daher. Esta se decidió en el periodo legislativo anterior.

Sorprendió el hecho de que Friedmann se considere senador, porque está ahí nada más que por obra y gracia del “espíritu santo” Lugo, no fue votado, ni proclamado y mal puede presentarse como colega de parlamentario, que bien o mal, fue electo y proclamado por el Tribunal Superior de Justicia Electoral.

Es decir, una veintena de senadores le sacó del Poder a Ganzález Daher, pero en muy poco tiempo volvió a asumir, porque el pueblo quiso así, en las elecciones de abril pasado.

Sin embargo, hay que decir las cosas como son. González Daher es tratado como “delincuente, corrupto” por los manifestantes en los diversos escraches. Y al parecer Rodolfo Friedmann se siente identificado con él en ese sentido, se considera su colega, porque también es tratado de “delincuente, corrupto y descarado” y nada menos que por su propio padre, Rodolfo Friedmann Cresta.

Con respecto al senador luqueño, los manifestantes exigen su renuncia, por el hecho de estar vinculado a varios hechos de corrupción. Y ahí está la coincidencia y se explica el por qué son colegas.

Rodolfo Friedmann fue denunciando por un presunto fraude por valor de cinco mil millones de guaraníes, en la Gobernación del Guairá. Además de casos de planillerismo durante su gestión como ejecutivo departamental.

En su momento, los concejales pidieron a Rodolfo Friedmann que dé un paso al costado, porque su administración estuvo salpicada por varios hechos de corrupción. Se encontraron algunas obras “fantasmas” así como un faltante de dinero muy importante.

En tanto que Rodolfo Friedmann (padre) manifestó que él lo mandó a sacar de la fábrica de la familia a Rodolfito “por ladrón”. Y agregó: “Robó asquerosamente, entró con una mano atrás, sin un peso. Hoy tiene estancia, anda en lujosos vehículos, se va a Las Vegas. Robó y rapiñó Azucarera Friedmann”, manifestó.

Probablemente a esa situación se refería el exgobernador del Guairá, al ponerse a la par de González Daher. Pero también se cree senador y con un desparpajo único dijo: “Nosotros como legisladores no podemos dar la espalda a la ciudadanía porque pensamos que están en su razón, hay una duda razonable que debe ser debatida en el pleno del Senado”, señaló al referirse al caso González Daher.

No se le cae la cara de vergüenza para hablar así, sin antes limpiar su propia imagen, la de un personaje que fue amenazado hasta de muerte por su padre, al responsabilizarlo del cuadro de dengue que puso en riesgo la vida de una de sus hijas.

Este punto, tal vez no venga al caso, pero sirve para reflejar qué clase de político se tiene en el Parlamento y todo por culpa de preferencias políticas por encima de la voluntad del pueblo.

Y toda esta situación se genera por culpa de otro usurpador, como Fernando Lugo, quien siendo presidente del Congreso se atribuyó facultades de otros poderes, al convocar a personas no proclamadas para jurar como senador.

En este punto se debe decir también que “el chancho no tiene la culpa, sino el que le da de comer”, porque a más de la complicidad de los demás parlamentarios, el Tribunal Superior de Justicia Electoral no hizo lugar al amparo constitucional sobre sus propias decisiones, violando así la estructura legal.

Hay que recordar que en el 2008, cuando se convocó a Jorge Céspedes en reemplazo de Duarte Frutos para jurar como senador, rápidamente el TSJE emitió una aclaratoria de funciones. Esta vez, con el silencio, respondió el Tribunal Electoral.

Pero Fernando Lugo ya reconoció tácitamente que actuó al margen de la ley, señalando que en aquel momento se encontraba al filo de la navaja y hasta remarcó que en uno de sus costados estaba un cocodrilo y en el otro, pirañas. “No sabía qué hacer”, señaló.

Mientras tanto, van 58 días de la presencia de Friedmann en el Congreso como senador “trucho”, con toda la prerrogativa y beneficio. Prerrogativa significa también dignidad y eso es lo que menos tiene este impostor.

Urgente se debe impulsar algún estatuto, algún reglamento que regule la posición de los políticos parlamentarios, que establezca la forma de actuar ante las circunstancias como las que se viven actualmente. Es necesaria una educación política en democracia, una educación en valores y destacar los que estos significan o representan y con ellos intentar salvar los problemas inherentes a la democracia. En el Parlamento, especialmente en el Senado, se desconoce la democracia. Un minúsculo grupo de veintena de personas puede hacer y deshacer, sin importar la voluntad popular.

Hay escándalos cada día y ningún político dimite y en la mayoría de los casos, ni se le juzga. Algunos hacen políticas nefastas para el país, son corruptos, ineficientes y mentirosos, porque les resulta gratis. No tienen controles, no hay restricciones a sus acciones, ni puede haberlas porque ellos poseen el poder, pero cada vez son más desacreditados.

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