ADN Digital
Artículos relacionados
Los empresarios que explotan el negocio del gas ahora apuntan a un riesgo de desabastecimiento del carburante importado de Bolivia. Olvidan los emblemas que el gobierno negoció con Bolivia debido justamente a constantes riesgos de carestía de la estatal argentina YPF; que es el actual proveedor. El problema de fondo es que este acuerdo pone en riesgo el oligopolio de cuatro empresas que aprisionan el mercado del gas.
ASUNCIÓN.- Las amenazas de desabastecimiento es negocio para estas compañías, todas agremiadas en la Cámara Paraguaya de Gas (Capagas), pues en tiempo de frío la compañía argentina prioriza el mercado interno y solo su excedente libera para la exportación y arriesga no cubrir el mercado paraguayo cuyo consumo supera los 6.000 toneladas métricas, en un lapso de 30 días.
El mercado de provisión es libre; sin embargo no es eso lo que molesta a Capagas; sino el ingreso de Petropar a la competencia en el fraccionamiento y venta al consumidor. Con esta determinación acabará con el oligopolio y los precios finales ingresarán a una verdadera competencia, hecho que actualmente no ocurre.
Petróleos Paraguayos (Petropar) cuenta con una importante capacidad de almacenaje, la de mayor volumen del país. Los cálculos iniciales apuntan que con la compañía del Estado en competencia el producto tendrá un precio de G. 10.000 menos que el que exhibe el mismo producto, proveniente de los otros emblemas.
Actualmente las garrafas de 10 kg. cuestan entre G. 61.000 y G. 80.000 por unidad.
El acuerdo con Bolivia, en principio asegura el 50% del consumo, sin embargo, la administración de Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) del país del altiplano asegura que están en condiciones de cubrir el 100%; “en todo tiempo; sin riesgos de desabastecimiento”, como ocurre actualmente.
La administración de Petropar y con fuerte apoyo del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) enfrenta la fuerte apuesta oligopólica del sector empresarial que explota el negocio.
El Senado analiza el convenio firmado por los presidentes Evo Morales, de Bolivia y Horacio Cartes que determina una vigencia de 20 años para la provisión del GLP.
Pedro Ballota, directivo de Capagas asume que este no es buen negocio para Petropar, además de generar riesgos de desabastecimiento. Los cálculos realizados por la compañía petrolera paraguaya contradicen a Ballota.
Catherine Vargas, presidente de Petropar destaca que “incluso permite bajar precios al consumidor”.
Gustavo Leite, ministro de Industria y Comercio destacó que esta situación es similar a la postura de emblemas que negocian las naftas.
Los números que manejan los técnicos del MIC cerrarían en ganancias de más del 50% para los emblemas con los precios actuales. Leite asegura que mostrará las cifras sobre la misma estructura de costos que manejan las empresas privadas; “y que habilitan márgenes importantes para bajar precios, y eso se garantizará con el ingreso de Petropar al mercado minoritario”.
Según Leite “como ocurrió con las naftas; los empresarios buscan evitar que el Estado regule el mercado; como ocurrió con las naftas y el gasoil; y hasta el momento no existen noticias de que algún emblema se haya retirado del mercado porque dejó de ser negocio”.
