MÉXICO.- La moneda cedió a las presiones inflacionarias, impulsadas por el alza de los combustibles decretada por Enrique Peña Nieto. El gobierno acordó con sectores empresariales limitar los aumentos de los productos de la canasta familiar y mejorar la productividad.
El peso mexicano reaccionó negativamente ayer frente a las presiones inflacionarias del mercado local por el aumento del costo del combustible, pese a las medidas anunciadas por el gobierno para controlar los precios de productos básicos de la canasta familiar.
La divisa cayó cerca del 1 por ciento en la mañana del martes a 21,57 por dólar, 20 centavos más alto que el cierre anterior, de modo que alcanzó, así, un nuevo mínimo histórico.
El alza del precio del combustible, que viene desatando fuertes protestas a nivel nacional, podría impactar en un aumento generalizado de la inflación, al ser parte de la cadena productiva de las industrias y un factor determinante en el precio del transporte.
A su vez, la agencia Reuters destacó que el mercado local mantiene incertidumbre ante una conferencia de Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos que ha anunciado medidas que podrían afectar la productividad de la industria mexicana.