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PILAR. El gobernador de Ñeembucú, Víctor Hugo Fornerón, se refirió a la difícil situación que enfrentan cinco comunidades ribereñas en el departamento. Estas zonas fueron afectadas en las últimas semanas por dos eventos naturales adversos: el desborde del río Paraná y la caída de granizos que causaron considerables pérdidas, especialmente en los cultivos de los pequeños productores.
La riada del río Paraná impactó a cinco distritos ribereños en Ñeembucú, donde las aguas alcanzaron un caudal de más de 35.000 metros cúbicos por segundo, según informó el gobernador en una conversación con la emisora 1080 AM.
Debido a las inundaciones y el peligro que representa el crecido caudal del río Paraná, que ha sido descrito como “bastante bravo”, se solicitó la suspensión de las clases en cinco instituciones educativas el miércoles pasado, y no se descarta que esta cifra aumente. El gobernador expresó: “Nosotros, a través de mi consejo de riesgo, hemos solicitado en la Dirección de Supervisión suspender las clases en cinco instituciones educativas y me imagino que en estos momentos son más, porque Itá Corá, un distrito de Mayor Martínez, quedó totalmente aislado”.
En Ñeembucú, varias localidades están significativamente afectadas, y las inundaciones son un fenómeno recurrente cuando el caudal del río Paraná supera los 35.000 metros cúbicos por segundo. La Gobernación está brindando asistencia con la entrega de mercaderías, la creación de campamentos de refugio y colaborando en la evacuación de personas. El gobernador aseguró que está en constante comunicación con los intendentes de la región.
Este lunes, el gobernador Fornerón se reunirá con su equipo para evaluar los recursos disponibles y enviar un informe a la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). Además, resaltó que el impacto económico de esta situación será aún más apremiante en los próximos meses.
