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Un grupo comando, integrado por unos 70 criminales con arma de guerra, tomó por asalto el local de la firma Prosegur de Ciudad del Este y robó cerca de 40 millones de dólares, según datos preliminares. El atraco se produjo en los primeros minutos de este lunes y los autores serían integrantes del Primer Comando Capital (PCC) del Brasil. Los bandidos contaron con apoyo de francotiradores que se ubicaron estratégicamente en los edificios aledaños y más de 20 vehículos de apoyo en tierra, incluyendo camiones de gran porte. Simultáneamente incendiaron vehículos y esparcieron clavos miguelitos para obstaculizar la persecución policial. Un suboficial del GEO cayó muerto al ser atacado con granadas. También resultaron heridos tres civiles.
CIUDAD DEL ESTE.- Ente los asaltantes también había más de 15 mujeres, quienes se encargaron de incendiar los vehículos con bomba molotov en los accesos de la Jefatura de Policía del Alto Paraná, para impedir la salida de los vehículos policiales. Al mismo tiempo, cerraron la ruta internacional número 7, altura del kilómetro 3,5, casi frente al acceso de la empresa aseguradora con dos camiones de gran porte y un automóvil, que también incineraron.
En ese momento, otros miembros de la gavilla repelían a tiros a todos aquellos vehículos que se acercaban sobre la carretera internacional, incluyendo a las patrulleras policiales. algunos conductores fueron despojados de sus rodados. La operación de “guerra”, dejó además muerto a un suboficial del Grupo Especial de Operaciones (GEO), Sabino Ramón Monges Martínez, quien fue atacado con granadas en el interior de su vehículo.
Resultó herido el suboficial inspector Gregorio Ramón Monges Martínez, con destino al Departamento Automotores, quien recibió dos impactos de bala en el vientre. Igualmente fueron heridos Vicente Ramón Vargas González, Eugenio Quiroga González y Juan Francisco Fernández Benítez, todos ellos internados en el Hospital de la Fundación Tesãi. Varios vehículos utilizados por la banda fueron recuperados. El enfrentamiento duró por dos horas y media. Los autores del megaasalto, cerraron el perímetro de unos 600 metros para trabajar sin interrupciones en el robo de la bóveda de Prosegur.
Según datos, los efectivos policiales fueron alertados por el sistema 911 sobre un tiroteo, momento en que vieron que los vehículos ardían en llamas en los portones de salida de la alta institución uniformada. Cuando finalmente lograron acudir al local de Prosegur fueron repelidos a tiros.
Los marginales contaban con todo tipo de armas e inclusive habrían contado con apoyo desde un helicóptero, mientras que los uniformados intervinientes se vieron sobrepasados, teniendo en cuenta la dotación con que contaban los criminales.
