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ASUNCIÓN (José María Troche).- El Torneo Clausura ha quedado, definitivamente, reducido a dos equipos y a los cuatro puntos que los separan: Guaraní, líder del torneo con 41 puntos, cuando quedan 15 por jugar, está a 4 puntos del segundo que es Olimpia que acumula 37. Está hoy a 15 puntos de Cerro Porteño que tiene dos partidos pendientes y también a 15 de Libertad, que está al día. Es decir que salvo un milagro podría aparecer un tercer equipo en discordia.
Por tanto, la lucha se redujo a dos y la distancia de 4 puntos es determinante en esta pugna bipolar, entre las dos instituciones más antiguas del fútbol paraguayo. Guaraní necesita asegurar cinco victorias para ser campeón. Incluso, podría darse el lujo de empatar un partido e igualmente llegar a coronarse en el Torneo Clausura.
No es el caso de Olimpia que tiene como primera tarea, ganar los 5 partidos que restan y como segunda, rezar o mandar alguna promesa divina, para que su contrincante se desinfle y le permita llegar a la cumbre, a la gloria y agregar una nueva estrella a la constelación que ya tiene acumulada desde el fondo de la historia.
MANO A MANO
Esta pulseada tiene características parecidas y diferentes, si observamos la tabla de posiciones: Guaraní lleva 13 victorias y 2 empates. Olimpia ganó 11 partidos y empató 4. Ambos perdieron 2 partidos cada uno. Esto se traduce en los 41 y 37 puntos que tienen respectivamente.
Si analizamos el poderío de los equipos veremos que en 17 partidos de este torneo, Olimpia logró 35 goles, algo más de 2 goles por encuentro de promedio, pero encajó 17, uno por partido. Guaraní, por su parte, anotó 25, o sea 1,5 goles por partido, recibió solo 13, 0,75 por partido, haciendo números redondos.
PODER DE REACCIÓN
Los partidos valen 3 puntos, sea cual sea el marcador, de modo que esto es relativo. Lo importante es el rendimiento colectivo que han demostrado principalmente en esta última fecha y sobre todo el gran poder de reacción que han manifestado para superar las adversidades con las que tropezaron de entrada. Sobre todo Guaraní que quedó dos veces abajo por dos goles de diferencia, pero no por ello bajaron los brazos ni dejaron de luchar.
Y lograron capear un temporal terrible, con la aparición siempre oportuna de Rodrigo López, que achicó el marcador en el 3-1 y para establecer la victoria después que Camacho lograra el empate, 3-3. Y Olimpia, superado por Cerro Porteño en el primer cuarto de hora del encuentro, supo encontrar la fórmula para equilibrar la balanza primero, con el gol de Richard Ortiz para empatar el partido y después ese aluvión que concluyó con el tercero, también de Ortiz, con el que terminó la primera atapa.
CABEZA A CABEZA
No caben dudas que si siguen así, las fechas que vayan sucediéndose arrojarán todavía más emociones. Hasta que falten dos fechas se mantendrá este régimen de un día para uno, y otro día para el otro, pero en la recta final, se verán obligados a jugar simultáneamente, trasladando a la pantalla chica, las emociones que sucedan en la cancha. Ambos corren por cuerda separada. Guaraní pensando solamente en ganar de seguido y su contrincante ocasional, con el mismo pensamiento, pero además, soñar con que el líder tropiece.
