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Pasan las horas, los días y sigue sin saberse quién será el presidente de Honduras por los próximos cuatro años. Es más, existen dos candidatos que ya se declaran ganadores de los comicios. Y la publicación a cuentagotas de los resultados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no ha hecho sino generar cada vez más dudas y suspicacia. El último conteo dado a conocer el miércoles señala que 42,77% de los votos corresponden a Salvador Nasralla y el 41,6% al presidente Juan Orlando Hernández, quien está a un por ciento de su adversario.
SAN SALVADOR.- En su primer informe parcial -hecho público en la madrugada del lunes con un 57% de las mesas escrutadas- el presentador de televisión Salvador Nasralla aventajaba al presidente Juan Orlando Hernández por más de 90.000 votos (45,17% a 40,21%).
Luego el flujo de información se detuvo, hasta que por la tarde del martes el TSE empezó a actualizar poco a poco la página con los resultados.
Y en la madrugada de este miércoles, con el 73,59% de los votos contados, la distancia entre el candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura y el actual mandatario se había reducido a poco más de un punto porcentual: 42,77% a 41,6%. Es decir, 28.445 votos.
“Están haciendo todo lo posible para quitarnos el TRIUNFO”, denunció a través de Twitter Nasralla, quien acusó al TSE de estar preparando un fraude y llamó a sus simpatizantes a salir a la calle.
Los magistrados electorales, por su parte, señalaron que lo único que hacen es “resguardar la voluntad del pueblo”.
“Las cifras se están modificando y es lógico que se modifiquen porque están entrando más actas”, dijo el presidente del TSE, David Matamoros Batson.
La lentitud en la publicación de las cifras, sin embargo, ya había provocado críticas de la misión de observación electoral de la Unión Europea, en medio de cuestionamientos respecto a la independencia del TSE frente al gobierno.
Las del domingo fueron las primeras elecciones en la historia reciente de Honduras en las que el presidente en funciones buscaba un segundo período, algo que está prohibido por un artículo de la Constitución suspendido de forma polémica por la Corte Suprema de Justicia, también acusada de favorecer a Hernández.
