ADN Digital
Artículos relacionados
A pesar de la campaña iniciada por el gobierno de Horacio Cartes, de evitar la contratación de nuevos funcionarios en la administración pública, en la Cámara de Diputados no se ha dejado de aumentar la cifra de los mismos, llegando a casi 2.000 en la actualidad, de los cuales casi 300 son responsabilidad del anterior presidente, el disidente Hugo Velázquez.
ASUNCIÓN.- Entre el 2013 y el 2015, bajo la Presidencia de Velázquez, se contrataron 225 nuevos funcionarios, la mayoría de ellos permanentes. En el 2016 solamente no hay datos ciertos pero se supone que entre ese año y el 2017, la cifra fácilmente llega a los 300 que ingresaron a la cámara hasta junio de este año, cuando se renovó la mesa directiva y asumió el oficialista Pedro Alliana.
Si tenemos en cuenta que en el 2007 había solamente 480 funcionarios en la Cámara de Diputados y ahora llegan casi a 2.000 el aumento es realmente terrorífico e implica un despilfarro de las arcas del Estado, puesto que tanto hace 10 años como en este momento, la cantidad de legisladores a los que deben atender estos trabajadores es la misma, 80.
Haciendo un rápido y superficial cálculo, esto significa que cada diputado tiene a su disposición a unos 25 funcionarios, lo que rompe con cualquier lógica y demuestra a las claras que el clientelismo político sigue tan campante en la Cámara Baja del Congreso.
Ni bien asumió la Presidencia, Alliana ordenó la transparencia total, por lo que las direcciones de Administración y Recursos Humanos tuvieron que ponerse las pilas y empezar a organizar el gran desorden que primó durante el mandato de Velázquez, ahora precandidato a vicepresidente de la República por Colorado Añetete.
Si bien tiene la potestad de cancelar o no renovar los contratos de quienes figuran de manera transitoria, el problema real que deberá enfrentar Alliana para poner la casa en orden en menos de un año, antes de que asuma el nuevo Congreso, son los 1.183 funcionarios permanentes, que no pueden ser despedidos salvo por un sumario administrativo. Lo que ocurre es que cada año los legisladores dan cargos a sus operadores políticos, lo que va aumentando exponencialmente la cantidad de funcionarios de la cámara. Esto aumenta mucho más en tiempos electorales, aunque ahora, Alliana prometió que no ocurriría lo mismo.
