ADN Digital
Artículos relacionados
Un grupo de invasores de la colonia Guahory, distrito Tembiaporã del departamento de Caaguazú, atacaron a un productor que salió de su propiedad junto a su hijo para realizar trabajos en el sistema eléctrico. Utilizaron a mujeres y niños para atacar con honditas y palos al colono.
TEMBIAPORÂ, Dpto. de Caaguazú.-Los productores brasiguayos instalados en la colonia Guahory están sufriendo constante acosos por parte de los supuestos campesinos. Ayer, Roque Alvisio y Fabiano Gibbert, padre e hijo respectivamente, fueron víctimas del nuevo incidente que se registró en la zona.
Fabiano comentó que fueron atacados por una turba compuesta por mujeres y niños, quienes portaban palos puntiagudos y honditas.
“Nosotros acá estamos hace 15 días sin luz y hoy salimos para intentar arreglar la red, pero nos vinieron con garrotes y honditas, tiran por nosotros y no podemos hacer nada. Ponen primero a niños y mujeres, detrás quedan los hombres presumiblemente armados”, expresó.
Dijo que hay policías en el lugar, pero no se animan a actuar, debido a la agresividad de los ocupantes. Fabiano relató que la situación es desesperante, pues ni siquiera pueden salir de sus terrenos para hacer la denuncia o solicitar el auxilio de los organismos de seguridad.
Incluso comentó que sus provisiones y reservas van acabando y ya no saben qué hacer, menos a quién recurrir.
Por otra parte, otro grupo de los invasores sigue protestando en Asunción, frente al Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) y otras instituciones.
LA SITUACIÓN
“Es muy complicado todo”, insistió Fabiano. Son unas 200 familias campesinas que se resisten a dejar las 1.200 hectáreas, pertenecientes a 70 productores paraguayos descendientes de brasileños instalados en la zona desde 1970.
La colonia Guahory está ubicada a 300 km de Asunción y a 170 km de Ciudad del Este, dentro del distrito de Tembiaporã del departamento de Caaguazú. Posee una superficie total de 2.200 hectáreas. El conflicto se inició en el 2014 (hace dos años).
El pasado jueves 15 de setiembre, el fiscal Alfirio González y el comisario Luis Cantero, con apoyo de 1.200 agentes policiales, procedieron pacíficamente al desalojo, pero los labriegos montaron carpas frente a los terrenos en cuestión.
