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Cada día, Arnaldo Giuzzio nos enseña cosas nuevas. Ayer, aseguró que podía recusar a fiscales de una causa sin ser parte de ella, y hoy afirmó que la ley le autoriza a usar una camioneta que fue incautada de un narcotraficante.
El ex ministro del Interior no se contentó ayer con el show que protagonizó para cubrir la chicana que utilizó para no tener que declarar ante la Fiscalía, que le exige que presente pruebas de sus denuncias en contra de Horacio Cartes, sencillamente porque no las tiene.
Sin ninguna vergüenza, no fue en un vehículo suyo o en taxi. Se presentó ante la Fiscalía con una camioneta incautada por Senabico a un presunto narcotraficante, como si le encantara presumir de sus vínculos con el crimen organizado, que fue lo que le costó el puesto en Interior.
“Esa es una camioneta asignada al Ministerio del Interior para el ejercicio de sus funciones; en ese momento estaba cumpliendo funciones de seguridad y era conducida por policías”, dijo en la 730 AM, al parecer olvidando que él ya no es ministro del Interior.
Añadió que “yo tengo como exministro de la Senad, (primero dijo que era por Interior y al final, por la Senad) por ley, la posibilidad de contar con esto y en estas condiciones es muy lógico que lo haga. Ya no soy ministro, pero tengo derecho; la seguridad la debe brindar el Estado, no la institución”.
Ya no es ministro, es un Juan Pueblo más de los muchos que habitan este país, así que no, no tiene ningún derecho a tener privilegios.
