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El candidato ultraderechista Jair Bolsonaro, número dos para las elecciones presidenciales de octubre en Brasil, defendió este martes la libre portación de armas en el país, alegando el derecho a la legítima defensa. El aspirante ya es considerado el Donald Trump brasileño, por sus comentarios misóginos, racistas y homofóbicos. Además, se trata de un exmilitar nostálgico de la dictadura y, la pena de muerte no está fuera de su agenda de propuestas.
RÍO DE JANEIRO.- El candidato recorrió ayer un mercado en los suburbios de Río de Janeiro, zona muy golpeada en los últimos años por una ola de violencia que se ha cobrado la vida de cientos de pobladores de la ciudad maravillosa.
En su recorrido, Bolsonaro fue consultado por los periodistas sobre esta situación y defendió nuevamente su propuesta de la liberación del porte de armas.
“Garantizar el derecho a la legítima defensa del buen ciudadano”, argumentó el ultraderechista y añadió “creo que si alguien es asaltado y cualquiera de nosotros, sea civil o militar, da 20 tiros al atacante debe ser condecorado y no procesado”.
No es la primera vez que el presidenciable realiza este tipo de declaraciones. Hace unos días, había sido noticia por el diálogo que mantuvo con un niño y al que le preguntó entre otras cosas, si sabía disparar una pistola. El hecho ocurrió en plaza Rui Barbosa, en el centro de la ciudad de Araçatuba, ubicada al noroeste del estado de San Pablo.
Al final del acto le regalaron la llave de la ciudad. Lo primero que hizo fue tomarla como si fuera una ametralladora y apuntar al público. Indagado sobre su actuación, respondió: “¿Cuál es el problema? Las armas son inherentes al hombre y a su defensa. Está en la Biblia”. A lo que continuó “todos mis hijos aprendieron a disparar a los cinco años”.
Según las encuestas, Jair Bolsonaro es el segundo con mayor intención de voto para las elecciones de octubre próximo con un 22 %, lo que le da ciertas posibilidades de estar en un ballotage.
En las últimas semanas, ha ganado adeptos debido a que al igual que Donald Trump en Estados Unidos en 2016, se aprovecha de un sentimiento generalizado de indignación frente a los vicios de la clase política tradicional y generó polémicas con afirmaciones misóginas, homofóbicas, etc. En varias oportunidades expresó además su nostalgia por la dictadura militar y propone restablecer la ley y el orden con mano dura. Otro dato que no deja de sorprender es que también está a favor de la pena de muerte.
Sobre la candidatura del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó que es algo que ni siquiera debía estar en discusión ya que la “ley es muy clara” con relación a los condenados en segunda instancia.
