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BOLIVIA.- La presidente interina de Bolivia, Jeanine Áñez, manifestó este miércoles que no hubo un golpe de Estado contra el ex mandatario Evo Morales y que el “fraude electoral” fue “evidente” en los comicios de octubre, lo que derivó a una crisis polpíticia que actualmente sufre el país.

Áñez, quien asumió la Presidencia ayer tras la renuncia de Morales, dio su primer discurso a la nación desde el Palacio Quemado en La Paz, en donde dijo que uno de sus primeros objetivos es la convocatoria a elecciones en el plazo “lo más breve posible”.

“Mi misión es llamar, tal como lo estable la Constitución, a unas elecciones limpias y transparentes con todos los actores políticos que cumplan con lo necesario lo más antes posible”.

Resaltó además que: “No aceptaré otra salida que no sean las elecciones democráticas”.

La mandataria declaró hoy sobre la situación del país que ha encomendado a la Policía y a las Fuerzas Armadas garantizar la pacificación del país.

“Hoy comienza una ruta democrática para reponer la legalidad. He encomendado a la Policía y a las Fuerzas Armadas que garanticen la pacificación del país. Ha llegado la hora de acabar la confrontación”.

JURAMENTO DEL NUEVO GENERAL

Durante otro acto, la presidenta interina tomó juramento al general Carlos Orellana Centellas como nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. El puesto estaba ocupado por Williams Kaliman, general que el domingo instó a Morales a renunciar.

Luego de tres semanas de paros y bloqueos de calles, la ciudad de La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo de Bolivia, recuperó casi totalmente la normalidad este miércoles.