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Confiesa que comenzó a entrenar en Olimpia, pero no le hicieron mucho caso. Recuerda el campeonato Apertura ganado el año pasado, pero la frustración de haber fracasado con la Selección Sub 20, le sigue pesando. Feliz por los dos goles “pero más que nada por formar parte de un gran equipo”.
ASUNCIÓN.- El nombre de Jesús Medina comenzó a sonar fuerte a principios de la temporada pasada. Apareció como Sub 19 de Libertad y prácticamente jugó todo ese primer torneo del que fueron campeones. “Jugué bien todo el Apertura, pero tuve un bajón en el torneo Clausura, aunque anduvimos bien como equipo”, recuerda. “Pero nopuedo olvidar que fuimos al torneo juvenil con grandes esperanzas y acabamos muy mal”, dice dolorido.
LA VERDAD DE LOS GOLES
Pero en este torneo, Jesús parece haber recuperado su nivel. Volvió a la titularidad y hoy es una de las piezas importantes del plantel liberteño porque “El profe Jubero me aconseja y me estimula”. Los dos goles anotados frente a Luqueño, cuando perdían 1-0, “sirvieron para remontar un resultado complicado. Después todo fue más fácil y Sasá completó la obra”, comentó.
COMIENZOS EN OLIMPIA
Recordó que comenzó en una escuela de fútbol de Limpio y de allí lo trajeron a Olimpia cuando tenía 12 años. “Estuve hasta los 14 o 15 años en la institución, pero cuando las inferiores se mudaron a Villeta, se complicó todo. Mi papá pidió un viático, pero en Olimpia no me hicieron caso y entonces me fui a Libertad”. El presidente era Marcelo Recanate “y recién cuando aparecí en Libertad se enteró que yo había sido despedido del club”.
LA SUB 19
“Para mí es una tristeza lo que pasó. “Nos costó mucho, fue un fracaso. Con el equipo y los jugadores que teníamos tendríamos que haber peleado un lugar en el Mundial”. No duda en decir que al grupo le perjudicó haber tenido 3 entrenadores ya que empezaron con Morínigo que después se fue a Cerro, continuaron con Paredes y por último con Sarabia. Pero “No tuvimos una identidad de juego y no nos salía nada; también es culpa de nosotros los jugadores”, dijo el gumarelo.
Pero ahora está feliz con este presente y se entrega de lleno a la casaca que lo acogió y le dio la oportunidad de brillar en el primer equipo.
