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El Parlamento de Venezuela, de contundente mayoría opositora, pidió a los gobiernos del mundo ejercer mayor presión sobre el gobernante, Nicolás Maduro, a quien consideran un usurpador, para que atienda la “emergencia humanitaria” del país. Aseguran que las sanciones no impiden la compra de medicamentos y es una deficiencia del régimen que está causando la muerte de cientos de personas por la crisis sanitaria.
CARACAS.- La mayoría opositora aprobó “pedir a los gobiernos democráticos del mundo que hagan presión y tomen acciones para que los usurpadores dejen de condenar a muerte a los venezolanos y atiendan la emergencia humanitaria, y el dinero del Estado no sea utilizado para la compra de instrumentos de guerra”.
El Legislativo alertó sobre que la “emergencia humanitaria compleja” puede convertirse en una “catástrofe” y señaló que “19,8 millones de venezolanos están en condición de vulnerabilidad”.
Asimismo, aseguró que 6,9 millones se encuentran sin acceso a medicamentos por la escasez y los altos precios, y pidió mayor “celeridad e independencia de los organismos y agencias multilaterales que coordinan” la distribución de ayuda humanitaria que ha ingresado al país para enfrentar la crisis.
En ese sentido, solicitó la construcción de “mecanismos de veeduría y contraloría, sobre la cooperación internacional, a fines de garantizar su transparencia e independencia”, al tiempo que abogó para que las ONG y la iglesia también puedan actuar para atender la emergencia.
El Parlamento venezolano ha responsabilizado en múltiples ocasiones al régimen de Maduro por la crisis en materia de salud que se registra desde hace más de cinco años, y que según la Cámara, se ha “agravado abismalmente” desde marzo de este año por la “falta de atención del régimen usurpador”.
El régimen venezolano, por el contrario, culpa a las sanciones que la administración del estadounidense Donald Trump ha impuesto contra el sistema financiero.
Sin embargo, el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, indicó el martes que las sanciones no impiden la compra de medicinas y pidió “prevenir la catástrofe”.
