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ASUNCIÓN. Aunque pretenda disimularlo, al ministro de Educación, Eduardo Petta, parece golpearle mucho la decisión del Senado de interpelarlo. Mientras presume de que aprovechará su comparecencia ante quienes eran sus colegas hasta hace menos de 2 años, su nerviosismo le hace cometer errores como el de felicitarse a sí mismo en un tuit, sin percatarse de que no cambió de usuario, lo que deja también en evidencia que mucho del apoyo que recibe en las redes sociales es dado por él mismo con un clon.

Resulta que ayer, a través de su cuenta oficial en Twitter, publicó: “Hice mía la frase de Ramón I. Cardozo sin imaginar qué tan grande sería la prueba y el milagro. Con amor y entrega, la docencia está de pie, sosteniendo el milagro de la Educación. Que se interpele al ministro, que no se detenga la educación”, recurriendo a una frase de Ramón Indalecio Cardozo, uno de los más grandes educadores que tuvo el país.

Hasta allí, la cosa era normal. Desde que se aprobó su interpelación, utiliza cualquier espacio para decir que no tiene miedo y que demostrará a los senadores que su actuación al frente del MEC es la correcta. El problema es que, seguidamente, respondió al tuit sin cambiar de usuario y se felicitó a sí mismo, con error ortográfico incluido.

“Excelente Ministro. Un domingo bien temprano pensando en la ‘educasion’ (sic) responde Petta a su propio tuit, sin percatarse que no había cambiado de cuenta.

Esto demuestra, más que cualquier análisis profundo que se pudiera hacer al pésimo estado de la educación bajo su influencia, es que Petta es un chapucero cuya permanencia al frente de uno de los principales ministerios del país, sigue siendo un absurdo.

En estos días circula en Whatsapp un link invitando a los docentes a adherirse a un grupo que apoya la gestión del ministro. Luego de esta muestra absurda de su mesianismo no sería raro que esta invitación también provenga de él mismo o su entorno.

La mesa directiva del Senado que se reúne mañana podría ya fijar la fecha en la que se realizará la interpelación.