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La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), durante su asamblea que terminó, ayer analizó varios temas concernientes netamente al ámbito político. Mientras tanto tiene en su seno a obispo que se encarga de proteger a invasores de propiedad y enriquecerse a cambio de ella. Además otros que apañan a sacerdotes pedófilos, y los que se aprovecharon de los recursos del Estado, etc.
LUQUE, Dpto. Central.- En un comunicado, los obispos del Paraguay, encabezados por Mons. Edmundo Valenzuela Mellid, destacaron “En nuestra Asamblea Plenaria Ordinaria, en clima de oración y de reflexión, los obispos hemos examinado diversos temas que preocupan a todos, desde nuestro servicio a la Iglesia. Hacemos un llamado a la ciudadanía y en particular a las autoridades a reflexionar francamente sobre las diversas inquietudes que enfrentamos en los tiempos actuales.
“Manifestamos nuestra preocupación por la evidente y activa presencia del narcotráfico cada vez más creciente en la sociedad y en la esfera política y que está permeando, inficionando y cooptando a todas las familias. Clamamos por la urgente salud moral de la nación, tarea de todos”, destacan en el documento.
Igualmente, señalan que la institucionalidad del Estado paraguayo está seriamente comprometida y consecuentemente se ve degradada en su esencia natural que es la de buscar el bien común y la dignidad de cada persona humana.
Sin embargo, se olvidan que en el seno de la Iglesia Católica la corrupción y la inseguridad es la constante, teniendo en cuenta las denuncias de violación de niños por los sacerdotes (más de 10 religiosos tienen que rendir cuentas ante la Justicia por esta situación). También están lo que aprovechan la sotana para llenarse sus bolsillos como los obispos Juan Bautista Gavilán y Mario Melanio Medina.
MAYOR CONTROL
Por otra parte, los obispos resaltan, “reconocemos que hay avances positivos con relación a la sanción de la Ley de Acceso a la información pública para un mayor control en el uso de los recursos públicos, con todo debemos advertir que aún existe fuerte injerencia de otros poderes del Estado en la máxima instancia judicial”.
Sin embargo, en la misiva los religiosos señalan la necesidad del desempeño de los jueces quienes deben “encarnar” el valor de la Justicia y la verdad, independientes de presiones extrañas al oficio, asumiendo su compromiso leal y firme ante Dios, la Constitución y la nación paraguaya.
Referente al conflicto social sobre el caso “Guahory”, el documento dice “valoramos la apertura de las autoridades competentes para resolver a tiempo y con sabiduría los frecuentes conflictos, mediante el diálogo y la cultura del encuentro. Les solicitamos seguir promoviendo el máximo esfuerzo a salvaguardar los derechos básicos de los pobladores desalojados, como en el caso de Guahory. Exhortamos a hacer lo mismo en semejantes situaciones del territorio nacional”.
Así también explicaron que, “la vida es un don de Dios y bien de la sociedad que todos debemos promover y defender. Las nuevas “colonizaciones ideológicas”, como la del género, aborto, eutanasia, buscan destruir la familia, no respetan la naturaleza ni la del matrimonio del varón y la mujer. No perdamos la libertad de la misión que Dios nos da, la misión de la familia”.
