ADN Digital
Artículos relacionados
ASUNCIÓN. Carlos Mateo Balmelli, analista político, aseguró en la 1020 AM que la gente común es la que tiene que volver a hacer política, y puso como ejemplo la apatía de los dirigentes liberales, que no creen siquiera que el PLRA tenga un futuro.
Afirmó que “la peor crisis es dentro de la democracia. Hay que hacer un nuevo planteamiento que tenga como protagonista a la gente, y no a los operadores políticos. El pueblo, la gente común es la que tiene que volver a hacer política, y ahí el Paraguay va cambiar”.
“No creo que se pueda transformar esta sociedad con los operadores, cuadros, y dirigentes partidarios actuales, que solo piensan en sus intereses personales y no en el bien común. La salida quizás son los liderazgos nuevos o un liderazgo que pueda ofrecer a la sociedad paraguaya una oferta electoral con un contenido ideológico y político que diga, este es el camino. Y después de un periodo, que los partidos políticos se depuren; no puede seguir igual, es inviable”, añadió.
En cuanto a la situación del PLRA, expresó que “hubo muchas razones por las cuales estuvo dividido. Ahora la gente cree que los líderes no pueden otorgar cargos y entonces lo que existe es una gran apatía dentro del liberalismo paraguayo. El dirigente liberal no cree en su partido, está apático y no cree que el partido tenga futuro. Eso es muy grave. La dirigencia dice que el Partido está destruido; ese es el razonamiento más común”.
“En Paraguay, hace tiempo las ideologías dejaron de tener trascendencia; en los últimos 25 años la política se basó en la estructura, y por ende, el partido que tenía estructura ganaba. La crisis del PLRA no proviene de la última paliza electoral que sufrió, sino mucho antes que eso, por mecanismos mal llevados adelante y falta total del diálogo”, manifestó.
Concluyó que “el liberalismo no tiene una vocación de poder, no tiene una visión histórica de a donde hay que conducir el Paraguay. En cambio, el Partido Colorado es el partido en el poder porque la clase política paraguaya es privilegiada, pero no sé si tiene poder, no sé si es una diligencia con poder. Al decir poder, me refiero al poder de transformar la sociedad e implementar políticas públicas necesarias. No estoy muy convencido de eso”.
