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ASUNCIÓN.- A pesar de sus discursos conciliadores, lo que describe a Mario Abdo Benítez (h) es el gesto grosero y altanero que se volvió viral en las redes sociales y que mostró a los dirigentes de base en la convención colorada, antes de retirarse mostrando su intolerancia y poco respeto hacia quienes pretende conquistar.
Es cierto eso de que la fruta no cae lejos del árbol, y de un padre que fue soporte de la dictadura, es difícil que salga un hijo con respeto democrático y sentido de respeto y tolerancia. Aunque casi siempre consigue disimularlo, por lo visto hay momentos en los que Marito asume el rostro de lo que verdaderamente es y se muestra como su padre, conocido como “don” Mario, el secretario privado del dictador Alfredo Stroessner.
En sus giras por el interior intenta mostrarse conciliador, empático y compañero de los dirigentes de base, consciente de que de ellos depende que su candidatura a la Presidencia de la República tenga alguna chance de crecer. Pero el sábado quedó demostrado que en momentos de crisis, cuando las cosas no le salen como él quiere, su actitud es bien diferente y se vuelve prepotente y grosero. Por eso, cuando una convencional mocionó que se retiren del lugar los que no estuvieran a favor de tratar el tema de la reelección presidencial, Marito no tuvo mejor idea que hacer un gesto grosero con la mano, que fue captado por un fotógrafo en todo su esplendor.
Eso no fue todo. Estaba tan enojado al retirarse que lanzó una frase lamentable, “que no sueñen que va a haber reelección en el periodo presidencial”, confirmando lo que ya se sospechaba, que el verdadero problema de la disidencia colorada y la oposición no era la vía de la enmienda, sino la posibilidad de la reelección misma.
Lo increíble del caso es que el gesto de Marito indignó a mucha gente en las redes sociales, que le dieron con un caño y le hicieron ver sus posturas contradictorias. Haciéndose el gracioso, el líder de Colorado Añetete, no tuvo mejor idea que responder que “los medios y periodistas independientes están horrorizados. Ya me retó nio mi mamá. Ovalema”.
