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ASUNCIÓN.- El mismo gobierno pone en dudas sus propias gestiones contra el flagelo del contrabando. Hasta el momento, el equipo multilateral encabezado por el exfiscal Emilio Fuster no arroja los resultados prometidos cuando el presidente Mario Abdo Benítez lo puso al frente.
Denis Lichi, ministro de Agricultura y Ganadería, pidió auxilio y clama con “urgencia articular acciones para evitar que el contrabando siga causando estragos a la producción, sobre todo en el rubro frutihortícola”.
Este reclamo se une a lo manifestado de manera constante por los productores y comerciantes, sobre todo los supermercadistas.
La Unidad Interinstitucional para la Prevención, Combate y Represión del Contrabando coordina acciones de 10 instituciones del Estado bajo instrucciones de Fuster, quien había destacado al asumir que “mientras más en silencio trabajemos, mayores van a ser los éxitos”, estrategia que hasta el momento no está funcionando.
El ministro Lichi apuntó que “los productos más perjudicados son tomate, cebolla y locote”, que hasta el momento siguen ingresando sin freno y eleva el nivel de pérdidas para los productores locales.
El MAG estima que el valor de ingreso es de US$ 60 millones, lo que ingresa de contrabando, perjudicando principalmente a los pequeños agricultores.
