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La vieja política vs. la nueva política

Por: Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro (*)
Por: Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro (*)

Estamos a escasos 3 meses y medio de las próximas elecciones internas del Partido Colorado, para elegir al candidato que representará a la ANR en las elecciones generales a realizarse en abril de 2018. Santiago Peña representando al Movimiento Honor Colorado y Mario Abdo Benítez a Colorado Añeteté.

El primero de ellos, representa a la nueva forma de hacer política, siguiendo los delineamientos globales ya realizados en estos 4 años de gobierno del Sr. Horacio Cartes.

En cambio el Sr. Mario Abdo representa a la “guardia vieja”, caracterizado por una forma de hacer política ya obsoleta y desfasada en el tiempo y en donde lo que se pretende es hacer revivir el “viejo caudillismo”, el prebendarismo y el clientelismo que en pleno siglo XXI antes que una solución significaría un retroceso no de meses sino de años.

Es sabido que la casi totalidad de los grandes problemas que adolece nuestro país en diversos órdenes son de carácter estructural y no meramente coyuntural, como muchos nos quieren hacer creer.

Estuvimos lamentablemente abandonados “a nuestra suerte” por casi 4 décadas, lo cual se patentiza en la práctica a través del visible atraso observado hasta el año 2013 en obras de infraestructura a nivel país, a las que se le agrega un sistema de salud pública que  sigue adoleciendo de muchos problemas pues administraciones anteriores no tuvieron en cuenta y tampoco probablemente se han preocupado ni ocupado del impacto potencial del crecimiento de nuestra población, haciendo que hoy día el sistema de salud se vea casi colapsado pues la demanda supera ampliamente a lo que el mismo nos puede ofrecer.

Estamos casi en idéntica situación  en educación, tanto a nivel primario y medio en todo el país, en donde se observan a escuelas y colegios cuyas estructuras edilicias se ven sensiblemente afectadas por el paso del tiempo y que tampoco se ha hecho casi nada en años anteriores, por revertirlo agregándose el déficit en la calidad educativa dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje debido a que nuestra malla curricular precisa de una revisión continua y también a la desidia de muchos educadores que son muy poco adeptos a capacitarse para estar acorde al siglo que nos toca vivir.

Si bien todo lo mencionado resulta casi imposible poder  revertirlo positivamente en el corto/mediano plazo, este gobierno desde un principio “se ha puesto las pilas”, para ir dando una solución gradual a esta problemática, a través de obras viales de infraestructura en casi todo el país, más de 20.000 viviendas sociales concluidas y habitadas ,la próxima inauguración de un complejo comunitario de más de 1.000 viviendas en el “Barrio San Francisco”, inauguración/ampliación  para inicios del próximo año de hospitales y centros de salud en varios sitios de nuestro país que permitirán la casi duplicación de la  disponibilidad actual de camas de internación sin dejar de mencionar lo que se viene haciendo a nivel educativo en función a la disponibilidad presupuestaria.

Desde el punto de vista macroeconómico, Paraguay ha dado en los últimos años un salto importante, evidenciándose a través de los principales indicadores (reservas monetarias internacionales superior a USD: 8.000 millones, niveles controlados de inflación (no superior al 4%), crecimiento económico estimado para este año no inferior al 4%, que nos sigue ubicando entre los países de mayor crecimiento económico de la región

La radicación de inversiones de capital extranjero, operando a la fecha más de 140 empresas maquiladoras, generando fuentes de trabajo a más de 20.000 personas, una producción agroindustrial en franco crecimiento, ubicándonos como el 4º mayor exportador de soja en grano a nivel mundial, al igual que en producción/exportación de carne bovina nos ha permitido un radical cambio de perfil a nivel país vs años anteriores.

Queda aún mucho por hacer. La creciente informalidad dentro de varios segmentos económicos, evadiendo el pago de impuestos y moviendo “en forma subterránea” no menos de USD: 11.000 millones al año, perjudican en forma directa a miles de personas que si bien trabajan no pueden acceder ni tan siquiera al salario mínimo legal, y ni mucho menos a cobertura de seguros de salud.

Una política pública y de Estado con visión de futuro lo torna reversible en el mediano plazo y que esté “aggiornada” al dinamismo y competitividad del siglo actual, dando lugar a la meritocracia, actitud y aptitud de todos sin excepción, pues juntos siempre es posible hacer más, ya  que nadie querría retroceder décadas en la forma de hacer política conduciendo un país a través de costumbres y sistemas anacrónicos y obsoletos y no aplicables a la fecha con lo cual podríamos de nuevo convertirnos en “furgón de cola” de otros países de la región.

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