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Durante el debate libre que se realiza en Diputados, el colorado Raúl Latorre, refiriéndose al asesinato del fiscal Marcelo Pecci, dijo que “este es uno de los días más negros de nuestra democracia. El asesinato de Pecci fue una consecuencia directa a su lucha frontal y honesta contra el narcotráfico y el crimen organizado. Deben pagar con todo el peso de la ley, y la nación debe declarar una guerra absoluta contra el narcotráfico. Nuestra democracia tiene muchos enemigos, pero el peor de todos, por lejos, es el narcotráfico”.
“Debemos pensar y fortalecer las medidas de seguridad que les otorgamos a los agentes fiscales, jueces y a quienes pelean directamente contra el crimen organizado. El estado conjunto debe dar una respuesta inmediata con un mensaje inequívoco a los autores de lo sucedido: Nuestra nación no va a tolerar esta afrenta a la vida y a la República”, añadió.
Manifestó que “nuestros esfuerzos inmediatos tienen que estar concentrados a la transmisión de ese mensaje, de cuya contundencia puede depender la continuidad misma de nuestra República y no convertirnos en un estado fallido, un narco-estado. Tenemos el primer mártir paraguayo por su lucha por la justicia, contra narcotráfico y el crimen organizado y es nuestro deber como clase política, como paraguayos, unirnos más allá de otras diferencias que puedan existir que son propias de la democracia que abraza nuestra República, entendiendo que nuestra máxima prioridad debe ser una respuesta inmediata. La continuidad de nuestra República y democracia depende de ello”.
Sebastián Villarejo, de Patria Querida, dijo que “no podemos regalar el país a estos miserables hijos de puta que hicieron esto. Tengamos el coraje de empezar a hacer cosas distintas. Así como está la sangre en quien disparó el gatillo, hay sangre en todos cuando destruimos la institucionalidad de la República; cuando salvamos a gobernadores e intendentes implicados, cuando contratamos operadores políticos; la sangre de Marcelo está en esas decisiones. Si no podemos comprender el fallecimiento de un mártir de la justicia paraguaya, no es una cuestión de colores, es de honestos contra miserables, decentes contra corruptos. No solo tenemos que querer el cambio sino que tenemos que querer cambiar”.
“Tenemos que devolver el golpe, no podemos no devolver el golpe que como nunca antes recibió la República del Paraguay. No recuerdo que un fiscal, por sus convicciones, haya muerto. Tiene que ser un antes y un después de la historia de nuestro país. Basta con la pleitesía de permitir, de decir ‘no es nio para tanto’ en algunas cosas”, concluyó.
También su compañera de bancada Rocío Vallejo recordó que cuando era fiscal trabajó con Pecci y añadió que “existirá un antes y un después de este sicariato. Esa mafia que no tiene frontera, que dejó el mensaje claro de que hacemos lo que queremos, donde queremos, y tenemos la información”.
