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ASUNCIÓN. “Me preguntaron si yo estaría dispuesto (a presidir la Cámara de Senadores) y les dije que sí”, reveló el senador colorado Enrique Riera. Sus palabras se dieron en medio del movido ambiente político verificado en la Cámara Alta atendiendo a la inminente renovación de autoridades de la Comisión Directiva de dicho cuerpo legislativo.
“Sin buscarlo me empezaron a llamar, estoy disponible. Mi límite es la ley, mi límite es la Constitución Nacional. A mí lo que me interesa es hacer un buen trabajo. Yo trato de que mis actos sean lo más transparentes posibles. Durante el tiempo que fue presidente Horacio Cartes, yo trabajé muy bien”, añadió el legislador.
Sus expresiones se dieron en dos intervenciones que tuvo con periodistas de la 780 AM y de la 1020 AM, ocasiones en las que Riera prácticamente coincidió en sus comentarios hacia su, aparentemente, “cantada” posibilidad de reemplazar al colorado Oscar Salomón frente al Senado y, por extensión, como titular del Poder Legislativo.
“Yo no quiero negar, pero tampoco estoy autorizado a decir quiénes fueron los que me llamaron, pero no es mucho secreto: las principales cabezas de las bancadas. Habrían 26 votos. Para mí sería mejor que se haga antes (de las elecciones internas)”, amplió.
Esta observación de concretar ya a la nueva directiva del Senado choca contra la opinión de Salomón, quien planteó que se lleve a cabo luego de las internas partidarias simultáneas, previstas para el próximo 20 de junio.
Ya en relación a su sorpresiva “nominación”, Riera aseveró también que el “mensaje” de su llegada a la dirección del Senado está en conocimiento de los líderes de los principales movimientos del Partido Colorado: Horacio Cartes, de Honor Colorado, y Mario Abdo, de Colorado Añetete.
“Digamos que el mensaje llegó a ambos a través de mensajeros directos. Con uno de ellos hablé personalmente”, hizo escuchar Riera.
En lo que hace a la pésima imagen del Gobierno Mario Abdo, por su gestión de la pandemia y combate a la corrupción en las esferas públicas, hechos que incluso precipitaron la segunda tentativa de “impeachment”, Riera se mostró en posición contraria a cualquier iniciativa como esa.
“No le conviene al país ningún juicio político. Al correrse la línea (de sucesión presidencial) se abre un agujero y ahí hay una lucha política. Perdimos tiempo, se quiso meter la mano en la lata. El problema no fue el dinero. Se perdió la credibilidad”, finalizó.
