ASUNCIÓN.- Efraín Alegre es uno de los pocos que logra unir a la mayoría del país en su contra, incluso a los liberales. Así que pareciera ilógico que continúe manejando los hilos del PLRA, a pesar de que todo el mundo quiera que desaparezca.
La explicación pareciera ser la figura de Líder Amarilla, el único adherente fanático de Alegre; el único que no tiene ninguna vergüenza en ejercer una defensa férrea del presidente del PLRA. Amarilla fue intendente de Villa Elisa, candidato a gobernador de Central en el 2018 y es conocido como “el rey de las adjudicaciones a dedo”.
Al parecer, el maneja a cierto sector del oficialismo liberal que, si bien se mantiene en silencio, sigue prestándose de manera abierta a las jugarretas del titular partidario, quien nuevamente el viernes pasado, a través de un sucio entuerto logró que se aprobara su rendición de cuentas. ¿Cómo lo hizo? Fácil, primero convocó a una sesión virtual; después, evitó que ingresen los titulares que están abiertamente en su contra y convocó en su lugar a suplentes que siguen respondiendo a sus intereses, y así logró la mayoría.
Todo esto le costaría mucho más a Alegre si no tuviera siempre a su lado al fiel escudero, Líder Amarilla. Los otros afines al presidente del PLRA se mantienen callados, votan en silencio y no dan la cara mientras puedan evitarlo.
Amarilla no. Él siempre defiende a capa y espada a su líder, o su jefe, como mejor le quede. Así que no resulta nada raro que nuevamente ayer justificara lo ocurrido en el directorio el viernes pasado.
“Tuvimos una sesión virtual a raíz de la utilización de la tecnología; hay miembros que viven en Pedro Juan Caballero y otros que están por Buenos Aires”, dijo en la 780 AM.
Aseguró que “no hubo mayores cuestiones polémicas. No sé si ahora quieren polemizar. El informe se envió a cada miembro y se va a enviar al TSJE, acá nadie quiere ocultar nada de nadie”.
Que no haya habido polémica tiene lógica, puesto que solo pudieron entrar a la sala virtual los adherentes de Alegre.