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ASUNCIÓN.- La inatajable cotización del dólar, los escasos resultados en la lucha al contrabando y la ausencia de medidas para dinamizar el consumo son ítems en los que centra el pronunciamiento del Centro de Importadores.
Su presidente, Nery Giménez, dijo que buena parte de la atención debe estar en la gestión aduanera para contener el ingreso ilegal de productos al mercado local. “Esto colabora con la contracción que estamos experimentando”, dijo.
Estima que el gobierno se frenó en las inversiones que podrían revitalizar el comercio y el consumo. “No se están realizando las inversiones esperadas a nivel país, de ahí se inyecta buen flujo de dinero, a través de las inversiones, pero ahora vemos pocas inversiones”, explicó.
La cotización casi sin control de la moneda norteamericana crea un escenario muy delicado, “colabora en la disminución del consumo pues conspira contra la capacidad de compra de los consumidores y este es el principio de la cadena que nos afecta a todos”, dijo Giménez.
Insiste en que la subida del dólar dispara directamente contra el importador, “y no tendría que estar subiendo así tan rápidamente. Es una herramienta preocupante también dentro de la economía y especialmente en el sector de la importación y consumo, porque se disparan los precios, disminuyen las importaciones y se resiente el consumo”, expresó.
Los últimos días de diciembre la moneda norteamericana oscilaba alrededor de G. 5.530 y en menos de dos meses se disparó por sobre los G. 6.000. El viernes pasado las pizarras de casas de cambio exhibían un dólar a G. 6.060.
Para los importadores, febrero fue un mes para el olvido por los resultados obtenidos en el rubro. Nery Giménez dijo al respecto que “febrero fue bastante atípico, de menos movimiento en comparación con otros meses, indudablemente hay una disminución del consumo”, protestó.
No solo el dólar es la barrera, Giménez apuntó que hay otros factores que inciden como la crisis de Argentina y Brasil que colaboran. “El efecto de Argentina y Brasil sigue todavía marcando consecuencias en el mercado local, porque los dos países siguen aún con inestabilidad en cuanto a su moneda y su economía”, expresó.
Añadió que el turismo de compras, que era muy importante a nivel de frontera, cayó sustancialmente, lo que repercutió fuertemente en todos los sectores de consumo.
