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ASUNCIÓN. Es incalculable el monto que embolsan los empresarios que están en la comercialización de los combustibles y seguramente la propia titular de Petropar, Patricia Samudio.
Hace meses que los precios internacionales del petróleo están bajando, pero en nuestro país se estableció una pequeña reducción del costo por litro hace poco y pese a que corresponde bajar más, no pasa absolutamente nada.
Y los medios de comunicación, que se constituyen en portavoces de la Patricia Samudio, se mantienen en silencio. Hacen vista gorda a los reclamos de la ciudadanía, se rebuscan para publicar algo sobre Petropar, ocupándose del caso de la habilitación o cierre de un surtidor en la zona de la Autopista Ñu Guasu.
Y todo eso es para evitar referirse a los precios de combustible y mucho menos se van ocupar de la evidente corrupción en el ente estatal.
Nada publican los diarios “independientes”. No pasó nada cuando Patricia Samudio transfirió al banco privado GNB PGY (la ley ordena que el dinero de entes públicos se depositen en el BNF) la suma de 20 millones de dólares.
Hace dos meses trascendió que sospechosamente, el banco privado en cuestión es el mismo que opera con la empresa Triqueta SA, propiedad de José Costa Perdomo, esposo de Patricia Samudio, y al que la firma debe 2.000 mil millones de guaraníes.
No solamente hubo violación de la ley, porque también vendió al asesor ad honorem de la Presidencia, Conrado Hoeckle (firma Monte Alegre), 7,5 millones de litros de gasoil Tipo III de Petropar a un precio de G. 4.363 el litro. Cuarenta y ocho horas después se concretó la suba para el consumidor final en G. 5.230 el litro.
Y así se maneja hoy Petropar, compartiendo beneficios con “amigos”. La empresa de Hoeckle ganó US$ 1 millón. Esta misma firma accedió a la compra del combustible, debiendo a Petropar 31.000 millones de guaraníes, con un plazo de 15 días de gracia para pagar por el combustible retirado.
Esa operación ilegal perjudicó millones de dólares al fisco, y evidenciando tráfico de información privilegiada para beneficiar a amigos y otros integrantes del oligopolio del combustible.
Pero Patricia Samudio, con todos estos, sigue firme en el cargo y con una clara protección del propio presidente de la Republica, Mario Abdo Benítez.
