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El ganadero y extitular de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Carlos Trapani, afirmó que los adherentes del senador Fernando Lugo (FG) y los integrantes del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) son “patos de la misma laguna”. Subrayó que solo es cuestión de hacer “une con flecha” y ser desconfiados, pues hoy el nuevo movimiento de Lugo se denomina “El Paraguay Primero”, coincidentemente las mismas siglas del grupo criminal.
ASUNCIÓN.- Trapani aseguró que el componente político aquí tiene mucho que ver, pues mientras hubo cierta simpatía entre el Frente Guasu y el actual gobierno, los golpes del grupo armado cesaron un tanto.
Afirmó que el EPP juega sus partidos con todas las armas, mientras que las autoridades locales solo pueden hacerlo con la ley.
El ganadero puntualizó que la real sensación es que el grupo criminal no solo tiene secuestrados a algunos productores del Norte sino a la ciudadanía en general.
“EL PADRE BIOLÓGICO DEL EPP”
Trapani no es la primera y probablemente no será la última persona en relacionar a Fernando Lugo con el grupo criminal. Uno de las declaraciones más fuerte fue la de Ramón Lindstrom, hermano del ganadero y exintendente de Tacuatí, Luis Lindstrom, asesinado por el grupo criminal en junio del 2013. En pleno velatorio de su familiar, había acusado a Lugo de ser “el padre biológico de esta mierda que es el EPP”.
Pero las acusaciones incluso vienen desde mucho antes. Según una serie de publicaciones de diarios nacionales, el 6 y 7 de noviembre de 1993 se realizó la primera Conferencia Nacional del movimiento Patria Libre, que dio origen al EPP, en la casa de retiro de la Congregación Verbo Divino de la capital. Los principales dirigentes de la nucleación política eran Dionisio Olazar, Juan Arrom, Anuncio Martí y Osmar Martínez. Fernando Lugo, quien en aquella época era aún un religioso, supuestamente patrocinó el encuentro y cedió el local de su congregación para el desarrollo de la conferencia.
A pesar de negarlo en varias entrevistas, durante su ejercicio sacerdotal y luego del obispado, Lugo llegó a conocer personalmente a varios de los máximos dirigentes del autodenominado EPP, entre ellos al principal ideólogo, Alcides Oviedo Brítez, en su época de seminarista, a finales de los 80 e inicios de los 90.
A quienes mejor conoció fue a los familiares de Manuel Cristaldo Mieres (alias subcomandante Santiago, segundo al mando en el EPP), quien proviene de una familia campesina de Correa Ruguá, San Pedro, con mucha participación en el laicado católico, en San Pedro. Manuel, al igual que su hermano Pablo, estudió en el seminario de la diócesis, y Lugo llegó a gestionar para él una beca ante la Gobernación de San Pedro.
También visitó en varias ocasiones en la cárcel a los condenados por el secuestro y asesinato de Cecilia Cubas, todos integrantes del grupo criminal que opera en el Norte del país.
“POLICÍAS TIENEN MÁS MIEDO A LA PRENSA QUE A SUS SUPERIORES”
No se puede hacer un combate serio contra el EPP, según el senador oficialista Gustavo Alfonso, porque si llegara a haber daños colaterales, disidentes, opositores y la prensa no se lo perdonarían a las fuerzas de seguridad. Se mostró preocupado porque dijo que los policías le tienen más miedo a la prensa que a sus superiores inmediatos.
Alfonso empezó diciendo que este gobierno, más que ningún otro, “ha invertido muchísimo en los departamentos del norte, para tratar de paliar el déficit de la atención del Estado, que todos los analistas siempre dicen que es la base del crecimiento del EPP”.
“Yo sé todo lo que se ha invertido, lo que se ha puesto en todos los distritos de San Pedro y Concepción, para tratar por lo menos los cimientos que sustentan esa teoría de que la ausencia del estado fortalece al EPP. Lo que se ha hecho es demasiado visible”, añadió.
El legislador habló de los vínculos que tienen los del grupo terrorista, y manifestó que “evidentemente, ellos tienen una asociación con los que están produciendo y están traficando con marihuana. Lo que hace más complicado el tema, es que las fuerzas del orden, policiales, se pongan en una especie de temor o una especie de guardia permanente ante los daños colaterales. No quieren actuar, tienen temor hasta a reprimir, porque se arma un quilombo de aquellos con los opositores y disidentes”.
“Qué pasa si uno entra con violencia a tratar el problema del EPP y aparecen daños colaterales. Hablan de que tienen escudos, niños, rehenes. Requeriría una operación quirúrgica tal que deberá tener una extremada precisión, que tengan que ser positivamente los indicados y sindicados como soldados del EPP”, añadió.
Alfonso insistió con que “es complicado el tema para solucionar definitivamente esto y tiene demasiadas aristas, y es mi visión personal. El fortalecimiento de las personas en las cuales tenemos que apoyarnos para que nos defiendan debe provenir de todos los sectores de la sociedad. Hoy la prensa es un enemigo mortal de las fuerzas del orden. Se le tiene más miedo a la prensa que a su superior jerárquico. Esta es una de las partes más jodidas de este problema que tiene también su impacto en la lucha contra el terrorismo en el norte”.
