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RIO DE JANIERO.- El expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, negó ayer martes, al ser interrogado por un juez en calidad de testigo, que Río de Janeiro hubiese sido escogida como sede de los Juegos Olímpicos de 2016 gracias al pago de sobornos a delegados del Comité Olímpico Internacional (COI).
“Nunca supe de alguna negociación ilegal. Incluso firmé un decreto en 2009 para garantizar la transparencia de todos los actos. Lamento que haya surgido una denuncia ocho años después”, aseguró el exmandatario al atribuir las sospechas al momento de denuncias indiscriminadas que, en su opinión, vive Brasil.
“Los que hablan de trampa no entienden nada de nada y no vivieron lo que tuvimos que vivir”, agregó al referirse a los esfuerzos tanto de su gobierno como del Comité Olímpico Brasileño (COB) para que Río fuese elegida como sede olímpica.
La aclaración fue hecha en un interrogatorio por vídeo al que Lula fue sometido en su celda en la sede de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba, donde está encarcelado desde el 7 de abril para cumplir una condena de 12 años de prisión por corrupción.
El interrogatorio lo hizo el juez séptimo federal de Río de Janeiro, Marcelo Bretas, responsable del juicio contra seis acusados en Brasil del pago de sobornos en 2009 para que la ciudad brasileña se adjudicara la sede olímpica.
Entre los acusados figuran el entonces gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral; el expresidente del Comité Olímpico Brasileño Carlos Arthur Nuzman; el senegalés Lamine Diack, que era miembro del Comité Olímpico Internacional; y el hijo de este último, Papa Massata Diack, exdirigente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).
