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Según el abogado del sacerdote Silvestre Olmedo, acusado e imputado por haber manoseado a un catequista de Limpio afirma que el hecho fue un “simple roce”, la defensora de la víctima asegura que el religioso se expone a 10 años de cárcel. También la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), encabezada por Mons. Edmundo Valenzuela, está tratando de minimizar el hecho.
ASUNCIÓN.- El abogado Luis Barrios, defensor de Silvestre Olmedo, quien reconoció haber manoseado a la joven Alexandra Torres (20), afirmó que la Fiscalía tipificó mal el caso. El cura está procesado por coacción, pero su defensor dice que no hubo violencia.
Barrios indicó que para que haya coacción, debe haber habido violencia, una fuerza imposible de desvirtuar. No hubo coacción, ni violación. El Ministerio Público tomó evidencias que no corresponden”, expresó el letrado.
El abogado trató de justificar las acciones de Olmedo y señaló que no le corresponde juzgar su actuar, sino la aplicación correcta del derecho para su defensa. “Es descabellada (la imputación por coacción), una aberración jurídica”, apuntó.
Consultado referente a que Olmedo reconoció haberle tocado los pechos a la joven denunciante, dijo que solo “fue un roce”. “En nada se puede comparar al tipo penal en el que se enmarca el Ministerio Público”, destacó el abogado.
Manifestó que no quiere llegar al extremo de que la denunciante esté mintiendo, pero el Ministerio Público no logró entender la acusación de la víctima. “A leguas se nota que la Fiscalía hizo esta imputación con tal de dar satisfacción a la sociedad”, dijo Barrios.
Fue más allá y mencionó que el abrazo que se dieron víctima y el cura fue “un abrazo a lo lejos”.
SE EXPONE A 10 AÑOS DE CÁRCEL
Por su parte, Sonia Von Lepel, abogada de Alexandra Torres (20), quien denunció al exsacerdote de la ciudad de Limpio, Silvestre Olmedo, por acoso sexual, actualmente imputado por la Fiscalía por coacción sexual, expresó que el cura se expone a 10 años de prisión. Mencionó que la Fiscalía está investigando y compilando las evidencias para llevar el caso a juicio oral.
Según Von Lepel, el arzobispo de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela se está embarrando cada vez más. “El Código Penal en este caso no es “una piedrita”, como quiere calificarlo el titular de la CEP, porque el acusado se expone a 10 años de prisión”, expresó la letrada.
Referente a la posición de la Iglesia Católica, la abogada indicó “no me parece extraña, viniendo de la Iglesia Católica porque históricamente ha apañado casos de abusos sexuales en su seno y nunca fue muy amigable con las mujeres. No considera a la mujer igual al hombre”
SINDICALISTAS DE LA UCA PIDEN REMOVER A SACERDOTE ACOSADOR
Los sindicatos de Trabajadores y de Empleados de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción” emitieron una carta al rector, Dr. Narciso Velázquez. Fue referente al caso que afecta al sacerdote Silvestre Olmedo, acusado e imputado por coacción sexual y está firmada por César Benítez y Julio López.
El mencionado sacerdote es catedrático de la Facultad Eclesiástica de Sagrada Teología y tiene a su cargo cátedras como “Vida Cristiana” y Antropología Cristiana”.
En la misiva, los sindicalistas destacan que, “teniendo en cuenta los hechos, consideramos que las autoridades de la universidad no pueden permanecer sin tomar las medidas que corresponden en este caso. Debido a la propia confesión de parte, consideramos que como mínimo debería ser apartado de esas responsabilidades tan delicadas como ser estar al frente de esas cátedras. En consecuencia solicitamos que dichas medidas sean aplicadas.
Destacan que el mencionado sacerdote ha sido imputado por coacción sexual y a raíz de esto guarda prisión domiciliaria, fue imputado en diciembre pasado por la fiscala Luciana Ramos bajo el cargo de hecho punible contra la autonomía sexual, coacción sexual y violación. La denuncia fue hecha por la joven Alexandra Torres, a la que acompañaron las tres jóvenes más que dijeron haber sido también víctimas, pero que prefirieron mantenerse en el anonimato.
Mencionan en el escrito que cómo es de público conocimiento la denuncia ha llegado al propio arzobispo de Asunción y Gran Canciller de la Universidad Católica, monseñor Edmundo Valenzuela, quien en un escrito que se hizo público señala, entre otras cosas; “Que el hecho en sí constituye un gesto indecoroso y que debido a esto, hemos retirado al Padre Silvestre de la Parroquia… que el mismo los aceptó y se dispuso a reparar el daño moral”.
