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BUENOS AIRES.- Por tercer año consecutivo, miles de personas volvieron a concentrarse para exigir el fin de la violencia machista. Pero la movilización social no logra frenar las muertes: casi cada día una mujer es asesinada en Argentina y la cifra va en aumento. En 2016 hubo un 8% más que en 2015 y este año amenaza con ser aún peor. En sólo cinco meses, se han registrado 133 muertes.
“Nos están matando”. Esa advertencia podía leerse en carteles, camisetas y pintadas en las calles por las que pasó la multitudinaria manifestación contra los feminicidios en Buenos Aires.
“El Estado es responsable de su desprotección y de su muerte, junto con el femicida”, denuncia el colectivo Ni Una Menos, motor de una movimiento que ha logrado generar gran conciencia entre la sociedad argentina pero que ha tenido una escasa respuesta estatal. Las peticiones son muy claras. La primera es aplicar la ley existente contra la violencia machista y dotarla de presupuesto. Otra es formar a los policías, a los fiscales y a los jueces que tienen que atender estos casos. También exigen estadísticas oficiales y educación sexual integral en las escuelas.
Aún son pocas las mujeres que se atreven a denunciar la violencia de género que padecen y hacerlo no es una garantía para estar a salvo: una de cada diez asesinadas el año pasado había denunciado a su agresor en la comisaría.
