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Mariano Rajoy insistió este martes en que si los independentistas ganan las elecciones y vuelven a las andadas aplicará otra vez la “bomba atómica” jurídica, el artículo 155 de la Constitución que da poderes extraordinarios para intervenir en Cataluña. Algo que ya ocurrió, sin que pasara nada, y los empleados públicos trabajan con notable eficacia.
MADRID.- Lo mismo con la resistencia popular que no pasó de manifestaciones pacíficas sin más consecuencias. Es muy posible que el 21 de diciembre los independentistas, que van en tres listas distintas, consigan mayoría absoluta para formar gobierno.
Los resultados serán estrictamente respetados, reitera el ejecutivo español. Podrán presentarse como candidatos a diputados Carles Puigdemont, expresidente del gobierno catalán cesado, fugado a Bruselas con otros cuatro conseller (ministros).
También estará, ya seguro, en los comicios, el líder de Esquerra Republicana de Cataluña, principal partido catalán, que aspira a ser legislador y presidente de la Generalitat, Oriol Junqueras. Está detenido junto a 7 otros Consellers acusados de rebelión, sedición y malversación de fondos. Pero mientras no haya sentencia firme contra ellos, o Puigdemont y los otros huidos a Bruselas, nada puede impedirles ser diputados o ministros u ocupar el cargo ejecutivo que les encargue un nuevo gobierno.
En caso de triunfo de los independentistas, el gobierno les entregará el poder, y declarará que ya se han cumplido los objetivos de la aplicación del 155. Y se irán. Pero con los ojos en la nuca. El límite político es que ahora que se elegirá con las máximas garantías democráticas un nuevo gobierno catalán, no comience de nuevo el independentismo que está destruyendo Cataluña y fracturando socialmente a su pueblo, ni el reino de Jauja de la República Catalana de Lalaland, que hasta ahora no ha dado un paso.
España ya ha demostrado su poder, el rigor de su justicia que es más intenso que el del ejecutivo político, tiene un sólido y unánime apoyo de los estados excepto la Venezuela de Nicolás Maduro, firme apoyo del secesionismo, pero que no se atreve a declarar oficialmente el reconocimiento de la independencia.
Este es el escenario cuya comprensión es indispensable para entender la gravedad de la advertencia de Rajoy. Las cosas han cambiado. Nada fuera de la Constitución y el estricto cumplimiento de la Ley. “¿Usted volvería a aplicar el 155?”. Respuesta: “El 155 está ahí siempre pero espero que se vuelva a la normalidad y deje de aplicarse. La gente ya sabe lo que es y demuestra que el Estado se pude defender con él si alguien incumple las leyes de forma tan brutal”, afirmó Rajoy.
Añadió que “quien gane las elecciones tiene que cumplir la ley”. Aclaró que “será después de la configuración del nuevo ejecutivo de la Generalitat, que se podrán aprobarse las medidas que se han aprobado, aunque hasta entonces hay margen para aprobar alguna en el marco de la enseñanza”.
