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La masacre de Curuguaty ocurrida el 15 de junio de 2012, tras cinco años, permanece viva en la memoria colectiva de la sociedad en Paraguay. Un total de 17 muertos y la destitución del presidente paraguayo Fernando Lugo, fue el legado de este lamentable acontecimiento. Familiares de los campesinos caídos (11) y pobladores del municipio de Yvy Pytã, departamento de Canindeyú, realizaron un acto en conmemoración.
ASUNCIÓN.- La masacre de Curuguaty se produjo cuando la Policía trató de desalojar un grupo aproximado de 70 de campesinos que ocupaba una finca para la producción agrícola, llamada Campos Morombí. Los labriegos se resistieron, provocaron que 11 de sus miembros y 6 policías fallecieran durante la confrontación.
El enfrentamiento entre campesinos y policías ocurrió en el predio de 2.000 hectáreas conocido como Marina Cué, situado en el interior de la reserva natural Campos Morombí.
Además sirvió de base al entonces opositor y hoy gobernante Partido Colorado para impulsar la destitución de Lugo en un juicio político desarrollado en el Congreso Nacional. En julio de 2016, el tribunal de Asunción a cargo del caso condenó a penas de entre 4 y 30 años de cárcel a 11 campesinos acusados.
En la actualidad, un grupo de personas realiza vigilia frente al Palacio de Justicia de Asunción en rechazo a condena de campesinos. Uno de los dirigentes, Federico González, declaró que harán “una denuncia de lo que ocurrió realmente en Curuguaty y de los compañeros que están presos por luchar por un pedazo de tierra”.
Igualmente, los familiares de los campesinos caídos en la masacre de Curuguaty y pobladores del municipio de Yvy Pytã, departamento de Canindeyú, iniciaron ayer un acto en conmemoración de los cinco años de aquel enfrentamiento entre labriegos y policías.
El acto se llevó a cabo en el kilómetro 279 denominado Cruce 1.500 de la ruta X “Las Residentas”. En el sitio se aglomeran alrededor de 300 personas custodiadas por efectivos policiales de diversas comisarías, quienes -según se puede notar- no tienen sus armas reglamentarias.
Los organizadores habilitaron un micrófono abierto en que los familiares de los caídos rememoraron el terrible momento vivido hace cinco años y cuestionaron la condena de los procesados que consideran un ensañamiento. Dijeron que lucharán hasta conseguir la libertad de los 11 procesados, señaló Martina Paredes, hermana de dos de los caídos.
Por su parte, monseñor Mario Melanio Medina manifestó que tienen razón porque la lucha es a favor del pueblo y el Poder Judicial tiene que hacer Justicia en Paraguay. “Hoy estamos recordando esto con los familiares y lugareños”, reveló.
LOS CONDENADOS
Existen varias críticas, como la desaparición de evidencias o contaminación de la escena del crimen, además de que la Fiscalía no solicitó la realización de autopsia a los cadáveres, por lo que no se pudo comprobar quién mató a quién.
A fines de mayo, el Tribunal de Apelaciones de Canindeyú confirmó las condenas de los 11 campesinos y ahora el elemento que queda para agotar las instancias nacionales es un recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia para anular el último fallo.
Las condenas más duras fueron para Rubén Villalba, con 30 años de cárcel más 5 de medidas de seguridad; Luis Olmedo, con 20 años; Arnaldo Quintana y Néstor Castro, con 18 años.
Lucía Agüero, Fani Olmedo y Dolores López fueron sentenciadas a seis años de prisión, en tanto que Juan Carlos Tillería, Alcides Ramón Ramírez y Adalberto Castro, a cuatro años.
