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En un avance en la investigación de la masacre ocurrida la semana pasada en la colonia Piky, a unos 50 kilómetros de Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay, la Fiscalía libró una orden de captura contra uno de los presuntos autores del brutal ataque. La identificación se logró gracias al análisis de huellas dactilares recopiladas de la camioneta que utilizaron los criminales para huir.
El fiscal a cargo del caso, Celso René Morales, confirmó que el intenso trabajo permitió identificar a uno de los responsables, pero optó por no revelar la identidad del sospechoso para no entorpecer la investigación en curso.
La clave para la identificación surgió del levantamiento de huellas dactilares encontradas en la camioneta utilizada por los criminales durante el ataque y que luego abandonaron. Estos datos fueron enviados al laboratorio forense de Asunción, donde se llevó a cabo un análisis minucioso que condujo a la identificación del presunto criminal.
La masacre tuvo lugar en la estancia de Marciano Denis Torales, donde seis trabajadores fueron ejecutados por un violento grupo de criminales que se hicieron pasar por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). Los atacantes, simulando un allanamiento, acostaron a las víctimas para luego perpetrar los asesinatos. Dos mujeres presentes en la estancia fueron encerradas en el baño.
Los nombres de las víctimas mortales son Carlos César Ramoa Espínola, Fredy Gabriel Torres Pablino, Alejandro Cabañas Lezcano, César Javier Fleitas Valiente, Reinaldo Franco Sánchez y Javier Pavón González.
