ASUNCIÓN. El mayor escándalo de corrupción en tiempo de pandemia se centralizó en Salud Pública, con los insumos y medicamentos chinos, y las compras sobrefacturadas de mascarillas y otros elementos. Lo peor es que a pesar de las denuncias y pruebas arrimadas, ningún responsable del ministerio fue siquiera amonestado, y algunos funcionarios de cuarta categoría recibieron un mes de suspensión.
En este tiempo quedó también en evidencia que la Secretaría Nacional Anticorrupción, y su titular, el exfiscal René Fernández, no hicieron absolutamente nada para transparentar la gestión pública.
Sin embargo, esta mañana, con bombos y platillos, el gobierno lanzó el Plan Nacional de Integridad, Transparencia y Anticorrupción, que estará a cargo justamente de Fernández y que, según la versión oficial, fue armado por representantes de los 3 poderes del Estado, con apoyo técnico de un programa de los Estados Unidos.
Según Fernández, los pilares en los que se basará el plan son la transparencia, el acceso a la información y participación ciudadana, desarrollo del sistema de la cultura de la integridad, función pública, idoneidad y mérito. Además, promete el control de las compras públicas y sistemas internos y riesgos, capacidad de investigación y sanción del Estado frente a actos de corrupción.
“El desafío realmente está en la implementación de estos objetivos y acciones, y se tiene previsto un primer plan de acción entre el 2021 y 2022, en donde van a ser priorizadas acciones estratégicas que surgen de este plan. Creemos que el éxito de un plan nacional puede partir de un gran consenso de los actores claves y un diálogo que no esté motivado por personalismos, ni exclusiones, y creemos que este plan es una propuesta para llegar a cumplir objetivos superiores y es una señal política clara para atender el problema transversal de la sociedad”, dijo Fernández.