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El hecho de haber perdido la mayoría después de 2 años de hacer lo que les viniera en gana, hace que los senadores del “grupete” sigan sin poder aterrizar y aceptar la situación actual, en donde la correlación de fuerzas cambiaron y ellos se convirtieron en minoría.
ASUNCIÓN.- En marzo ya se sabía que el “grupete” había perdido la mayoría, durante todo el proceso que duró la elaboración y presentación del proyecto de enmienda constitucional en el Senado. Desde entonces, disidentes y sectores de la oposición, conscientes de que no podrían evitar su tratamiento, generaron todo tipo de amenazas, al solo efecto de generar tanta crispación en el ambiente que la misma ciudadanía fuera la que impidiera su aprobación.
Como todavía tenían el poder de la cámara (lo tienen hasta el 1 de julio) a pesar de haber pasado a ser minoría, impidieron que la mayoría pudiera reunirse en la sala de sesiones y tuviera que recurrir al local de la bancada del Frente Guasu, en donde primero modificaron el Reglamento Interno y luego aprobaron el proyecto de enmienda.
Por supuesto, en la elección de la nueva mesa directiva pasó lo que estaba previsto, la nueva mayoría, conformada por el oficialismo colorado, el llanismo liberal, el oviedismo y el luguismo, eligió a Fernando Lugo como presidente del Senado. Todo se hizo dentro del marco previsto por la Constitución, que establece que en el mes de junio se elegirá a la nueva mesa directiva de la cámara, por mayoría absoluta de votos (23), la que asumirá el siguiente 1 de julio.
Pero la minoría no lo acepta. Disidentes y algunos opositores siguen insistiendo en que la sesión fue “mau” y que la elección de la mesa directiva no tiene valor real, solamente porque ellos no están dispuestos a aceptar la decisión de la mayoría y amenazan con torpedear todo este período, justamente el último antes de que, en julio del 2018 asuma el nuevo Congreso electo en abril.
Es una cosa de locos. Pensar que una minoría puede imponer su criterio en contra de la mayoría es atentar contra todo el principio republicano que establece que quienes tienen mayor cantidad de votos son los que fijan las reglas de juego. Se presenta complicado el panorama en el Senado, a causa de estos inadaptados.
