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El narco Jorge Rafaat Toumani, tildado como el “Rey de la Frontera”, fue acribillado con 16 tiros, la mayoría de grueso calibre en la cabeza y el tórax. Tras la muerte de Sadam, como era también conocido el mismo, quedan muchas preguntas. Entre ellas, como es que el mismo se desplazaba por territorio paraguayo teniendo dos condenas en el Brasil que juntas suman 47 años de cárcel. Sobre el móvil de la sangrienta ejecución surgen varias hipótesis, entre ellas, que la organización criminal Primer Comando Capital (PCC) busca dominar el tráfico de cocaína en la frontera, que ya fue alertada por las autoridades brasileñas. Lo concreto es que se desató una guerra entre traficantes que podría ser sangrienta.
PEDRO JUAN CABALLERO.- El titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), Luis Rojas, dijo que el operativo para matar al denominado “Rey de la Frontera”, tuvo un costo de 500 mil dólares como mínimo. Esto teniendo en cuenta el número de sicarios que se movilizó. Se estima que fueron más de 15, pero hay quienes dicen que podrían ser hasta 80.
Además de las armas, entre ellas el fusil antiaéreo que se usó para matar a Rafaat, quien estaba al mando de su camioneta blindada. Los sicarios que emboscaron a Rafaat y lo acribillaron con la M2 o ametralladora Browning calibre 50, que se trata de una arma pesada, cuyo primer diseño apareció a finales de la Primera Guerra Mundial.
Esta poderosa ametralladora es capaz de disparar hasta 500 proyectiles por minuto, y sigue siendo usada por los ejércitos por su diseño simple y además porque puede atravesar acero y hormigón. Las balas superan fácilmente la velocidad del sonido, ya que salen disparadas del cañón a casi a mil metros por segundo, que se configura en una velocidad del doble a la que viaja el sonido.
Jorge, en total, recibió 16 balazos en todo el cuerpo, cinco en la cabeza, cinco en el tórax, dos en el hombro derecho, tres en el hombro izquierdo y otro en la espalda. La víctima no tuvo tiempo de reaccionar ante los 100 sicarios que tomaron las calles para vencer a sus 30 guardias.
El Dr. Marcos Prieto, médico forense, que inspeccionó el cuerpo de Jorge Rafaat, aseguró que el narcotraficante murió al instante, sin chances de escapar del atentado, ya que recibió múltiples disparos de armas de fuego de alto impacto. “No pudo defenderse”, dijo.
Se montó una verdadera operación de guerra. Por el costo de la misma, la pregunta es quien quería ver muerto a Sadam y porque. Una de la hipótesis apunta a una disputa territorial con sus antiguos socios que son del PCC.
La mencionada organización criminal del Brasil estaría buscando controlar el negocio de la cocaína en la frontera. Los organismos de seguridad ya advirtieron que el PCC ya tenía sus bases en la frontera con el Paraguay desde la zona de Pedro Juan Caballero, pasando por Salto del Guairá, hasta llegar a Ciudad del Este.
Pero también se menciona que podría tratarse de una venganza de otros narcos, quienes fueron “jodidos” por el ahora fallecido Rafaat. Lo concreto es que la muerte de Sadam, desató una guerra entre bandos en la frontera entre Paraguay y Brasil, de gran magnitud. Esto atendiendo a lo que pasó el miércoles a la noche y la forma que actuaron los sicarios.
Sin duda existe un ambiente tenso en toda la región fronteriza entre Pedro Juan y Ponta Porã. Los efectivos militares que realizan la operación de guerra Agata 11 decidieron reforzar su presencia con los vehículos blindados en la zona fronteriza.
