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ASUNCIÓN. Una publicación del prestigioso periódico, originada en Asunción, comenta que “los campamentos de coronavirus de Paraguay, obligatorios para cualquier persona que ingrese al país sudamericano, han recibido elogios de los organismos internacionales de salud por ayudar a detener la propagación de la epidemia. El gobierno los llama la “primera línea de defensa”.
“Sin embargo, media docena de personas entrevistadas por Reuters que pasaron por los campamentos o las monitorearon expresaron su preocupación por las condiciones de los cientos de ciudadanos que regresaban allí. Algunos dijeron que los dormitorios estaban abarrotados, arriesgando la propagación del virus, y las personas podrían quedar confinadas durante muchas semanas con poca información”, añade.
Esto se suma a las denuncias de muchas personas que están en los albergues, que son favorables para la contención del virus, pero muchas de ellas son muy precarias y se vive precisamente con lo que se pretende combatir, el hacinamiento, lo que facilita el contagio del coronavirus.
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