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Luego del golpe parlamentario -que logró destituir a 28 diputados- perpetrado por el presidente de Nicaragua Daniel Ortega, todo indica que sigue los mismos pasos que su colega venezolano Nicolás Maduro, quien hundió a su país en la miseria y el hambre. Ortega, además intenta imponer una dictadura al estilo somocista. Mientras tanto la OEA, aún no ha tomado una postura firme con relación al modelo chavismo-madurismo que va ganando espacio en América Latina. ¿Qué espera la OEA para tomar una decisión al respecto?
MANAGUA.- Con la destitución de los diputados opositores en la Asamblea Nacional de Nicaragua se cerró el último espacio donde se criticaba desde un poder del Estado las decisiones del régimen de Daniel Ortega.
Dieciséis diputados propietarios y 12 suplentes fueron destituidos por no reconocer la sentencia 299 de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que en junio le quitó la representación legal del Partido Liberal Independiente (PLI) a Eduardo Montealegre y se la otorgó a Pedro Reyes.
El mandatario nicaragüense consolida así todo el poder en su figura, con tintes cada vez más autoritarios y más parecido al de su colega venezolano Nicolás Maduro.
Estas conductas autoritarias se van convirtiendo en un modelo de Estado en algunos países de América Latina influenciados por el chavismo-madurismo que durante los últimos años ha ocasionado un profundo daño a la democracia violando Derechos Humanos, quitándole la independencia y autonomía a los Poderes Públicos y teniendo presos políticos, perseguidos y exiliados, además es el total responsable de la actual crisis humanitaria, económica y política que hoy vive el pueblo de Venezuela.
La Organización de Estados Americanos (OEA), hasta el momento no ha tomado una postura firme en cuanto a la situación que se vive en Venezuela y tampoco en el caso de Nicaragua. Cabe señalar, que la organización debe velar por el espíritu democrático de los pueblos, y evitar que el poder permanezca en manos de unos pocos que violan todo tipo de derechos.
En los últimos tiempos, Ortega ha cruzado la frontera de la racionalidad y se ha presentado como la revolución en sí mismo. Califica a sus detractores como “ratas” o “traidores a la revolución” para quienes solo queda el puro garrote.
REVOLUCIONARIOS SOMOCISTAS
Desde esa lógica, Ortega intenta establecer una dictadura copia al carbón de la somocista, que logró mantenerse en el poder durante más de 20 años, con un sistema de poder basado en el plano militar, en un sistema electoral controlado por un grupo de familias.
RETOMARÁN DIÁLOGO BILATERAL CON COSTA RICA
Nicaragua está lista para reanudar la comisión binacional con Costa Rica para tratar asuntos de interés común, tras años de tensiones por disputas limítrofes, afirmó el presidente Daniel Ortega.
“Nosotros estamos listos (…) con una agenda completa para dialogar sobre temas de seguridad en materia fronteriza, marítima, aérea y lucha contra el narcotráfico”, manifestó Ortega, tras saludar a su homólogo costarriense, Guillermo Solís.
El mandatario abogó por la reactivación de la comisión binacional “que nos ayude a Nicaragua y a Costa Rica a estrechar a nuestras relaciones”, dijo Ortega, durante el acto del 37º aniversario de la Fuerza Aérea.
Ortega señaló su voluntad de diálogo un día después de una reunión entre las autoridades policiales y militares en la sede de la Cancillería de Managua, para coordinar acciones sobre seguridad, narcotráfico y crimen organizado.
“El encuentro es una buena señal” sostuvo Ortega, tras aclarar que los temas de orden limítrofe que están creando polémica no son parte de la agenda de Nicaragua.
“Eso no debe ser un elemento que contamine nuestra relaciones” y pidió paciencia para esperar el resultado del juicio sobre los límites marítimos pendiente en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya.
Hay miles de nicaragüenses que viven y trabajan en Costa Rica y hay miles de costarricenses que visitan Nicaragua y otros que están invirtiendo, recordó Ortega.
La comisión binacional, un mecanismo de diálogo para tratar los temas de interés bilateral, no funciona hace casi una década por las tensiones entre ambos países por disputas limítrofes y migratorias.
