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La pequeña Jennifer León, de 8 años de edad, se encuentra estable tras recibir el trasplante de un nuevo corazón. Su cuadro evoluciona favorablemente, según explicaron los médicos del Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”. Manifestaron además que la niña está superando las primeras horas pos operación y hay esperanzas de que siga para adelante. Los primeros tres días luego de la intervención serán claves, informaron.
SAN LORENZO.- El doctor Marcos Melgarejo, jefe del departamento de cardiología del Hospital de Acosta Ñu, explicó que la pequeña Jennifer León, se encuentra estable, con respecto a sus parámetros de presión arterial y de los riñones e hígados. Dijo que el paso importante será cuando la niña pueda respirar por sí misma. “Tenemos que ir superando paso a paso, los primeros tres días son considerados críticos”, acotó.
“Ella está conectada a un respirador, como salen los pacientitos luego de un trasplante cardiaco. Se controla que no haya complicaciones, que no haya sangrado y que baje la presión”, indicó Melgarejo.
En cuanto al tamaño del corazón, aseguró que se trata de un detalle técnico, aunque resaltó que la donante de sexo femenino es ideal, porque era muy sana, pero que tuvo un sangrado en la cabeza que le produjo una muerte cerebral.
La cirugía comenzó a las 18:00 horas del lunes en el Hospital Pediátrico Acosta Ñu, luego de recibir el corazón de una paciente con diagnóstico de muerte cerebral en el Instituto de Previsión Social (IPS).
La intervención quirúrgica culminó a las 23:00 horas y luego la paciente pasó a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) donde pasará las conocidas como “horas críticas” para saber si el órgano compatibiliza con su cuerpo.
Jennifer permanece internada desde setiembre del 2016 por una cardiopatía y, en Navidad, escribió una emotiva carta a Papá Noel en la que pedía un nuevo corazón. Sin embargo, como no aparecía donantes, el sábado 6 de mayo fue sometía a una cirugía para instalarle un corazón artificial a la espera de la donante.
OTRAS 70 PERSONAS ESPERAN ALGÚN DONANTE DE ÓRGANOS
Otras 70 personas esperan algún donante de órganos, algunas hace años en espera de un riñón. Los médicos refirieron que más allá de la excelente noticia que representa Jennifer como para otras personas que recibirán el hígado, riñones y córneas de la donante fallecida, aún hay unas 70 personas que aguardan en listas de espera, aguardando incluso años por un riñón.
El director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), Hugo Espinoza, mencionó que además de las 70 personas que esperan por riñones, hay unas 40 en lista, aguardando esperanzadas por córneas que les permitan recuperar la visión.
Señaló por otra parte que hay 10 personas que esperan corazones, así como dos que esperan hígados.
Destacó que la iniciativa de la familia de la fallecida de sobreponerse al dolor y optar por la donación, abre una puerta de esperanza para una gran cantidad de personas, pues un solo donante, puede beneficiar a más de una docena de pacientes.
Comentó que en la mañana de ayer, procedieron a un trasplante hepático. “No sé si es de presumir decir que toda la ciudadanía está más bien contenta de decir esta noticia de poder trasplantar a esta niña, ella acapara la atención pero no hay que olvidar que se han trasplantado a otras personas, es algo muy importante”, manifestó el profesional.
“POR FIN LLEGÓ SU PEDIDO”, AFIRMÓ MADRE DE LA NIÑA
“Por fin llegó su pedido”, expresó emocionada Virginia Aguilar, madre de Jennifer, recordando la emotiva carta dirigida a Dios, que había escrito meses atrás su pequeña niña.
“Cuando recibimos la noticia de que había un donante, le dije: Mi hija,… ya apareció el ángel con un nuevo corazón para vos. Recuerdo que ella lloró porque tenía miedo y de la emoción”, relató.
La nena fue sometida el lunes, a un trasplante de corazón, en el hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”. Es un ejemplo de lucha y de esperanza.
De acuerdo al reporte médico, la niña se encuentra con buena evolución. “Los doctores me informaron que ella amaneció bien, ya le sacaron los tubos. Respondió favorablemente a la cirugía. Estamos muy agradecidos”, declaró Virginia.
Comentó que su hija que si bien todavía no habla, se expresa con gestos. “Esta despierta, consciente. Le pregunto: ¿sabes quién soy? y con un apretón de mano me dice que sí. Sabe que mamá y papá están junto a ella. Le siento más tranquila”, reveló.
En otro punto, la madre de la pequeña de 8 años, exteriorizó su profundo agradecimiento al Creador y a la familia que le brindó una oportunidad de vida para su hija. “Quiero decir que la oración es la base principal de todo. Gracias a Dios llegamos a esto. No tengo palabras para agradecer a Dios y a esa familia que nos dio la oportunidad a nosotros. Siempre tuve la fe y la esperanza que este día iba a llegar y llegó”, concluyó.
