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ASUNCIÓN. El recién designado presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Francisco Carlos Ruiz Díaz López, delineó su enfoque de gestión con el propósito de impulsar el progreso en las zonas rurales. Ruiz Díaz López destacó que el ente posee alrededor de 130.000 propiedades, pero únicamente 8.881 de ellas poseen títulos de propiedad. En respuesta a esta disparidad, su mandato se orientará hacia la promoción de arraigo en las áreas rurales y la modernización mediante la integración de tecnología, adelantó.
Ruiz Díaz López manifestó que su máxima prioridad, según las directrices del presidente Santiago Peña, será la emisión de títulos de propiedad, ya que la falta de documentaciones condena a muchas familias al atraso económico. “Estamos excluyendo a familias del ciclo económico debido a la carencia de títulos de propiedad”, manifestó, en entrevista con la emisora 780 AM.
No obstante, más allá de la cuestión de los títulos, Ruiz Díaz López tiene como objetivo central fomentar el bienestar y el desarrollo en las áreas rurales. Esto implica no solo otorgar títulos, sino también proveer las infraestructuras necesarias para facilitar actividades económicas en el entorno rural, evitando la concentración excesiva en las ciudades.
En este sentido, subrayó que para concretar esta visión, el Indert debe asumir la administración del catastro rural. En la actualidad, el Instituto supervisa un total de 1.130 colonias. Ruiz Díaz López sostuvo: “La misión del Indert no es solo administrar y títulos de propiedad, sino ir más allá, promoviendo el bienestar y el desarrollo en el campo. Las colonias deben tener títulos planos y debidamente organizados en un catastro, para impulsar la reforma agraria y proporcionar las condiciones para que las personas que opten por quedarse en el campo puedan arraigarse”.
El alto funcionario del Estado también hizo hincapié en la importancia de modernizar la institución que lidera, argumentando que sin la implementación de tecnología y un servicio eficiente, el proceso de regularización de propiedades por parte del Indert requería 132 años. Además, parecía vital establecer una mayor colaboración entre el Indert, el Catastro y los Registros Públicos.
