ASUNCIÓN.- Decenas de asuncenos desafían cada fin de semana las advertencias de las autoridades sobre la contaminación que afecta a las aguas del río Paraguay, con alta presencia de coliformes fecales, debido a los numerosos vertidos incontrolados, y se dan chapuzones para paliar el intenso calor del verano.
Aunque en la playa fluvial de la ciudad, abundan los carteles que informan de que las aguas no son aptas para su uso recreativo, algunas personas se atrevieron de todas formas a bañarse en las mismas este sábado, como cada fin de semana.
Desde esa playa también salen las motos de agua y embarcaciones de recreo que dan paseos, a cambio de unos guaraníes, por la bahía capitalina, aunque los avisos de las últimas semanas parecen haber hecho efecto y la mayor vigilancia de la playa, hicieron que se encontrase más vacía de lo habitual.
No obstante, a pocos kilómetros de allí, siguiendo el curso del río y de la avenida Costanera, se pueden encontrar familias enteras, y sobre todo jóvenes, que se bañan por “desconocimiento” o falta de “miedo” ante los peligros para la salud que conlleva el sumergirse en esas aguas.
En ese sentido, una asuncena que acudió a refrescarse a la zona con sus dos hijos menores de 10 años, aseguró no saber que el cauce estaba contaminado, pero que “siempre nos bañamos acá y nunca pasó nada” y añadió que “el agua parece limpia”.
Un informe elaborado por el Ministerio de Salud hace un año advertía de que en algunas zonas de la bahía de Asunción (formada por un entrante del río Paraguay), se alcanzaban hasta 240.000 unidades de bacterias coliformes fecales por cada litro, cuando el límite de tolerancia del cuerpo humano, y el legal permitido es de 499 unidades.