El secretario general de la ONU, António Guterres, dio este lunes la señal de alarma ante los ataques de este fin de semana contra una iglesia en Burkina Faso y una sinagoga en Estados Unidos. Asimismo aseguró que el mundo está en un momento clave para combatir el odio y el extremismo.
“Estos incidentes se han convertido en algo demasiado familiar: musulmanes tiroteados en mezquitas, sus lugares religiosos vandalizados; judíos asesinados en sinagogas, sus lápidas desfiguradas con esvásticas; cristianos asesinados cuando rezan, sus iglesias a menudo incendiadas”, señaló Guterres en un comunicado.
El portugués subrayó que detrás de esos ataques hay toda una “retórica repugnante” que incluye xenofobia contra grupos religiosos y colectivos como los inmigrantes, “afirmaciones de supremacismo blanco, un resurgimiento de la ideología neonazi” y, en definitiva, “veneno dirigido a cualquiera considerado ‘el otro’”.
Guterres destacó que “partes de internet se están convirtiendo en invernaderos de odio”, con fanáticos que entran en contacto y plataformas que permiten que esas ideas se hagan “virales”. “Estoy muy preocupado de que nos estemos acercando a un momento decisivo en la lucha contra el odio y el extremismo”, insistió.
El pasado marzo, en respuesta al ataque contra dos mezquitas en Nueva Zelanda y otros atentados, Guterres encargó al jefe de la Alianza de Civilizaciones, el español Miguel Ángel Moratinos, un plan para la protección de lugares de culto en todo el mundo. Además, Naciones Unidas está trabajando en una gran estrategia para combatir los discursos del odio.
“El mundo debe actuar para eliminar el antisemitismo, el odio contra los musulmanes, la persecución de los cristianos y todas las demás formas de racismo, xenofobia, discriminación e incitación”, recalcó el secretario general.
Este sábado, un hombre mató a tres personas e hirió a tres más en una sinagoga cerca de San Diego (California), mientras que al menos seis personas murieron el domingo en un ataque en una iglesia protestante de Burkina Faso. EFE