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ASUNCIÓN.- Aunque el director de Aduanas, Julio Fernández, presentó una denuncia en la Fiscalía en contra del senador colorado Martín Arévalo, por tráfico de influencias, y este lo retrucó responsabilizando al alto funcionario por el robo de mercaderías por valor de 3 millones de dólares, la única que intentó hacer algo al respecto fue la Cámara de Diputados, resolviendo la interpelación de Fernández, aunque no pudo concretarse por el bloqueo de la bancada de Añetete.
El día que debía realizarse la interpelación al director de Aduanas por las denuncias presentadas en contra de Arévalo, el bloque oficialista dejó la sesión sin quórum, lo que hizo surgir varios rumores, algunos de los cuales hablaban de que Fernández había “aceitado” a algunos diputados para que evitaran sentarlo en el banquillo de los acusados; mientras otros aseguran que la orden de salvar al funcionario provino directamente del presidente Mario Abdo Benítez.
Lo cierto es que a partir de lo ocurrido, ya nadie parece siquiera recordar las graves denuncias que intercambiaron ambos no hace demasiado tiempo. Salvo que la Fiscalía decida tomar en serio las denuncias, resulta bastante evidente que el caso, como tantos otros, irá al opareí.
