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Se va complicando más y más el panorama de la oposición de cara al 2018. La falta de una figura aglutinante hace que las chances de competir con la ANR con alguna posibilidad de ganar sean prácticamente nulas. Así que en este proceso que culminará con la elección del nuevo presidente de la República, la madre de las batallas será la interna colorada, en donde sí estará en juego el poder.
ASUNCIÓN.- Mediocre y rudimentaria, la oposición sigue tropezando con la misma piedra. Es increíble que no haya en uno de los varios sectores que la componen alguien con la suficiente astucia, vocación de poder y atractivo para despertar algún interés en el electorado que ya no quiere vivir bajo regímenes colorados, pero que no sabe para dónde disparar.
Esta situación lo que confirma es que los resultados de las elecciones del 2008, cuando ganó Fernando Lugo y se convirtió en el primer presidente no colorado en 6 décadas, fue meramente circunstancial. Allí no hubo ningún plan concreto o pensado que resultara de un análisis serio de las experiencias anteriores. Simplemente se encontró una figura aglutinante, a lo que se sumó el enojo de un sector de la ANR que –por primera vez en décadas- decidió no votar al candidato de su partido.
Fue algo así como un paréntesis en la vida política nacional, porque después de esta guapeada de la oposición, todo volvió a lo de siempre, con políticos anodinos o tan sinvergüenzas como los que dicen combatir. Pero como nunca antes la situación ha llegado a un punto sin retorno, porque hasta ahora, por lo menos ellos pensaban que tenían candidatos que podían hacerlos volver al poder.
Pero en este momento, la apatía, el desgano y la decepción son tan grandes, que pareciera que nadie quiere intentar siquiera una campaña proselitista, sabiendo de antemano cuál será el resultado.
El sistema de elección del candidato de la oposición agrava la cuestión, puesto que solamente tendrá que surgir de las internas liberales, en donde ninguno de los 2 precandidatos, Efraín Alegre y Carlos Mateo Balmelli tienen uñas de guitarrero para convencer al electorado.
En cuanto a los que parecen tener el mejor perfil para vencer al candidato colorado, Fernando Lugo y Mario Ferreiro, han quedado fuera de juego; el primero por no aprobarse la enmienda y el segundo por no enfrentarse a una derrota por demás anunciada.
Así que la verdadera contienda electoral se realizará en diciembre, cuando los precandidatos colorados se enfrenten en las internas. De allí saldrá el nuevo presidente de la República por el periodo 2018-23.
“QUEDA CONSTANCIA DE QUE LO INTENTAMOS”
La situación de la oposición quedó peor que nunca cuando resultó claro que el intendente de Asunción, Mario Ferreiro -uno de los mejores posicionados para vencer a la ANR en el 2018- no estaba dispuesto a postularse para la Presidencia de la República, debido a que no quería dividir a la oposición y dentro del PLRA la postura de Efraín Alegre era innegociable, puesto que el presidente de los liberales no acepta discutir su candidatura, lo que hace imposible que se encuentren puntos en común.
En conversación con Radio 1000, Ferreiro reconoció que en el último tiempo, el efrainismo inventó muchas cosas, incluso que ya había renunciado a la Municipalidad de Asunción para formar dupla con Alegre, lo cual fue desmentido categóricamente. “Tuve que salir a desmentir, porque el anuncio de una supuesta renuncia genera inestabilidad”, explicó.
A esta altura y ante la necedad de Alegre, es obvio que el PLRA –que es el mayor partido de la oposición- no permitirá que un no liberal encabece la chapa de la oposición para las elecciones del año próximo. Y Ferreiro lo sabe y no se hace ilusiones, por lo que aseguró que “soy un tipo que trata de aplicar mucho la realidad y no vivir en la fantasía”, y agregó que “por lo menos queda la constancia de que lo intentamos”.
