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ASUNCIÓN.- Pablo Caballero fue despedido el viernes de Deportivo Capiatá por su pasado tan vinculado a Independiente de Campo Grande. En el encuentro que ambos equipos debían sostener ayer, Independiente se jugaba la clasificación a la Copa Sudamericana y en el podrido mundillo del fútbol, alguien habrá chimentado que Caballero podría favorecer a su “vecino” (Su casa está pegada a la cancha y vive en el barrio desde hace muchos año.
Capiatá también tenía posibilidades de clasificar, pero remotas.
Ante esta situación la directiva capiateña presidida por Erico Galeano, decidió reemplazar al entrenador poniendo a cargo del equipo a Julio Cabrera, personal técnico de las divisiones formativas. La medida cayó muy mal en el seno de los jugadores que consideraron una falta de respeto lo acontecido.
Joel Silva explicó que las malas campañas generalmente son por culpa de los jugadores. Y lamentó que una vez más se haya decidido cortar por el DT, que era el cuarto del club en lo que va del año. Con relación a su futuro, Silva comentó que desea quedarse en el país y que la segunda opción es Brasil, y la tercera regresar a Colombia.
