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ASUNCIÓN. La doctora Patricia Sobarzo, jefa del bloque modular respiratorio del Hospital Nacional de Itauguá, lamentó en su cuenta de Twitter que los pacientes con Covid-19 son cada vez más jóvenes, entre 20 y 30 años. Lo confirmó esta mañana en Tempranísimo, por la 970 y GEN, y afirmó que “estamos al tope, esto no suele ser así. Si bien desde hace un año estamos en preparativo, estudiando, nunca llegamos a este punto. Estamos definitivamente agotados, al tope. Cada vez los pacientes son más jóvenes, vienen en muy mal estado en general y ya casi nada podemos hacer por ellos”.
“Sentimos rabia, impotencia, porque nosotros somos los que recibimos a los pacientes. Los especialistas en medicina interna, o clínicos, somos los que evaluamos al paciente. Decidimos si ya está grave y pedimos camas a nuestros compañeros de Terapia Intensiva, y ahí ya estamos teniendo problemas entre nosotros porque ya no tenemos lugar”, lamentó.
Explicó que “los criterios de Terapia Intensiva están bien establecidos a nivel mundial, el criterio de ingreso y de no ingreso. Nuestra mortalidad en sala de internación está aumentando, era alrededor del 9, 10%, porque teníamos pacientes terminales. Manejamos con cuidado todos los criterios; últimamente, pacientes que sí tienen criterio de ingresar a UTI no tienen cama. Y es allí que vivimos una situación que no se dan idea de cómo es. Habilitamos más y más camas en el hospital y se siguen llenando. El domingo se habilitaron 5 camas más con respiradores y se llenaron en 2 horas”.
Confirmó que la jefa de Terapia ya tuvo que elegir a qué paciente ingresar entre uno de 30 y otro de 48 años. “Está muy grave la situación, la gente piensa que queremos crear pánico, que somos cómplices del gobierno. Nosotros somos médicos, lo que pase con las vacunas no nos compete; estamos desesperados. Y los jóvenes se enojan porque decimos que salen de joda y contagian a los adultos. Es un escenario insostenible”.
“Habilitamos camas de UTI donde no tiene que haber respiradores. Ahora mismo hay 4 pacientes con respiradores en una terapia intermedia donde no debería haber. Hasta ahora no pasó una situación donde no pudimos hacer nada, siempre hay algo que podemos hacer pero no damos más, no hay más equipo. La triste realidad es que se libera una cama cuando muere una persona”, aseguró.
Está convencida de que la cepa brasilera del virus, conocida como de Manaos, circula en el país y “está causando estragos. Hay gente que se fue a Brasil, que se sigue yendo, que está allá. No entiendo qué pasa; hasta que a alguien de la familia le pase”.
“Recibimos muchísimos pacientes automedicados; estamos podridos, que la ivermectina, azitromicina, todos los que recibimos están automedicados. La gente se sigue automedicando y eso es un factor determinante en la enfermedad”, concluyó.
