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CONCEPCIÓN. (Por: Telmo Ibáñez). Varios pacientes fallecieron en el Hospital Regional de esta ciudad y otros centros asistenciales del departamento por falta de sangre para las trasfusiones, hay déficit en el banco de sangre y las autoridades del ámbito de la salud apelan a la conciencia para salvar vidas.
La última víctima sería una parturienta que dejó a gemelas huérfanas.
Para los directivos del Hospital Regional local, la falta de sangre para los pacientes es una situación alarmante, el promedio de donantes voluntarios apenas llega a 50 personas, sin embargo se requieren 150 para cubrir la demanda por la cantidad de pacientes que la requieren.
De acuerdo a Carmen Pereira, del Banco de Sangre, son pocas las personas conscientes en la imperiosa necesidad de contribuir para salvar vidas. Añadió que muchas de las personas que se presentan a donar sangre lo hacen por la necesidad de salvar la vida de un familiar o amigo, sin embargo resulta difícil comprometer a personas quienes estén dispuestas a cooperar a favor de personas extrañas.
Pereira añadió que la cantidad de donantes no sobrepasa a las 50 personas, quienes acuden habitualmente para ayudar desinteresadamente a los pacientes que requieren del vital líquido para vivir.
Por su parte, Natalia Mazó, de la dirección de comunicación social de la 1ra. Región Sanitaria, indicó que no existen efectos colaterales para los donantes voluntarios, enfatizando que a partir de convertirse en una donante se sintió una persona mucho más útil a la sociedad, capaz de salvar vidas sin importar que éstas sean o no familiares o allegados.
Instó a que más personas se sumen a la cruzada por salvar más vidas, considerando el déficit en el Hospital Regional de Concepción, el principal centro asistencial de la región norte del país.
Por falta de sangre, en varias oportunidades, pacientes quienes fueron intervenidos quirúrgicamente fallecieron. Una de las últimas víctimas habría sido una docente, Rosa Franco de De León, quien antes dio a luz a gemelas; Luz y Rosita, las mismas se encuentran con su padre, Roberto De León, en la comunidad rural de Culantrillo, distrito de Concepción.
