CIUDAD DEL VATICANO.- Cancelando los progresos del pasado, se “multiplica el riesgo de guerras”, y de un verdadero “holocausto nuclear”, denunció ayer un papa Francisco muy preocupado, que puso de relieve la “excesiva reivindicación de soberanía por parte de los Estados”, que cuando degenera en un nacionalismo conflictual produce racismo y antisemitismo”.
En una audiencia con el plenario de participantes de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, que en un debate de tres días discute la amenaza nacionalista a nivel global, el santo padre volvió a denunciar a las “corrientes agresivas hacia los extranjeros”, con frecuencia tratados de forma inhumana.
Jorge Bergoglio no ocultó su preocupación ante “una nueva estación de confrontación nuclear que parece perfilarse”. Dijo que los Estados, de Europa a América Latina, se ven “cada vez más al servicio de un grupo dominante, la mayor parte de las veces por ganancias económicas, y oprimente con las minorías étnicas, lingüisticas y religiosas en sus territorios”.
Algunos Estados actúan sus relaciones en un espíritu de contraposición más que de cooperación, afirmó. “Muchas tensiones provienen de una excesiva reivindicación de la soberanía por parte de los Estados”, con frecuencia “en ámbitos en los que no están en condiciones de actuar eficazmente para tutelar el bien común”.